Lucía Quiroga y Milagros Pratto contaron que este proyecto nació de un intercambio de inquietudes, de urgencias, de necesidades, que, hacia el otoño del año 2023, eran los temas de conversación entre ellas, mientras salían a pasear sus perros por el Parque Rodó.
Juntaron, entonces, las ganas de hacer, de buscar lugares donde exponer, convocando a otros artistas y allegados para encontrar el espacio y los recursos.
Desde aquél germinal momento, las inquietudes de Génesis giraron en torno a preguntas eternas: ¿Qué es el arte? ¿Son las obras que están en un museo? ¿Qué espacios de formación tienen los artistas? ¿Qué es una obra terminada? ¿Importa? ¿O de lo contrario deberían importar los procesos, la experimentación, las entradas múltiples e intempestivas que vienen y van?
"Como artistas visuales necesitábamos hacernos un lugar para exponer, que se vaya un poco de lo que existía desde la institución, desde la convocatoria, los reglamentos del texto curatorial, algo que esté por fuera de toda esa burocracia, y que pretenda estar más alineado con el mensaje que está vivo cuando estamos creando", explicó Pratto.
"Creemos que en el proceso está el mensaje", agregó Quiroga. "El mensaje más directo y que capta la esencia de lo que se está queriendo hacer. Por un lado, sentíamos que más allá de los lugares institucionales que este país tiene para exponer obras, no había muchos espacios autogestionados. Y en estos lugares hay una búsqueda y una profundidad que justamente nace del movimiento de cada uno de nosotros".
La pulsión primera
Sobre la temática de esta tercera edición de Génesis, Pratto explicó: "Teníamos este concepto de lo erótico, que es un concepto muy amplio. Y como el evento tiene esta amplitud, nos parecía que podía tener sentido. Nos dio una necesidad de incluir espacios que conforman el territorio cultural de Ciudad Vieja en Montevideo. Y por ello hicimos una ruta que tiene que ver con descubrir los lugares que hacen cultura desde el teatro, la música, las performance, artistas visuales. Fue una conjunción, un juego de conceptos, entre la amplitud del erotismo, de marcarlo en un territorio, y el juego con esta ruta que planteamos este año".
Quiroga agregó: "Cuando hablamos de territorio, hablamos de fronteras y de algo que está en lo público, en lo privado. Nos pareció que era un buen espacio para hablar de eso que tenemos adentro, que también está en el afuera, que es tan amplio como el erotismo, sin caer en hablar de sexo o hablar de lo pornográfico".,