Esta tardecita calurosa, los componentes de la murga fueron convocados a estar 19:30 en la Sede y hasta allí nos arrimamos; en la vereda sentados como una postal característica de los vecinos de la teja, los utileros Pablo , Jorge y el "Mafalda" intercambian opiniones sobre la actuación de su murga, y por supuesto de otros conjuntos.
En un juego de futurología que va desde la pasión del hincha hasta la más racional, ubican a los Diablos alzándose con el primer premio, o de cabeza entre los primeros cinco y en la visión más pesimista, entre los primeros diez.
Pablo Inthamoussu que integra la cuerda de Bajos y Segundos, es nuestro baqueano y nos va presentando a los componentes que ya teníamos junados en la Ficha Técnica.
A pesar del calor no hay más remedio que empezar el maquillaje y resolver los arreglos del vestuario.
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Una verdadera Diabla
Carolina Pastorino es la presencia femenina en la murga; junto con Matías Sanchéz integra la cuerda de sobreprimos pero además integra el equipo que realiza los textos.
Hace 20 años que sale en carnaval pero en Los Diablos, además de sentir que ocupa un lugar de igual a igual con sus compañeros, tiene el honor de ser la segunda mujer que integra la Murga. La primera fue la añorada actriz Mary Da Cuña que revolucionó el ambiente por ser la primera actriz que se sumaba al género.
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Cuenta que debió pasar la prueba de fuego más difícil, que fue la aceptación por parte de la hinchada, en una murga históricamente "ruda por lo masculinizada y perfil proletario y combativo", pero la superó con creces.
También cuenta que desde que aparecieron las denuncias de "varones del carnaval", en la murga se hicieron talleres sobre acoso y género y hoy no solo siente una más del grupo, sino que además se siente protegida; Carolina se convirtió en una suerte de "Celestina" de varios integrantes sobre jóvenes, con entuertos amorosos.
La Herencia de los Iglesias
Lucas Ribero es Bisnieto de Antonio Iglesias y siguiendo con impulsos generacionales sigue con el lugar que ocupara su padre en la batería tocando el redoblante.
Con pocos años empezó a admirar el toque de su padre y ya de mayor asistió a unos talleres con "Lolito" Iribarne que termina de darle las herramientas necesarias para proponer al conjunto los ritmos de percusión que acompañan el coro.
Hay una magia en la bata de la murga que abre el espectáculo y que guía cuando en "la bajada", los murgueros se confunden con su público.
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Desde los Andes a la Teja
Matías Sanchéz es chileno y cruza la cordillera "enviciado" por el carnaval uruguayo y la murga; es sobreprimo de los Diablos e integra una murga en su país, donde luego de un proceso que empezó por el 2009 con talleres realizados por murguistas como "Pitufo" Lombardo y otros y la actuación de la Catalina, hoy hay en Chile cerca de 30 conjuntos.
"El sendero del Infierno"
Esta noche los Diablos hacen tres tablados que representan públicos diferentes, lo que le permite a la murga ajustar la actuación; su director coral y escénico Lucas Bueno nos explica que tablado a tablado van ajustando las actuaciones, sobretodo la puesta en escena que siempre tiene algo para pulir, y que el público que lo recibe les va dando las coordenadas necesarias.
La murga"sopla" sin lugar a dudas y es un coro murguero que recuerda en el oído la entonación de lo que en los 80 se bautizaron como "Las Murgas del Pueblo", un tono que por la jerarquía dada lo textual privilegiaba la transparencia del canto en detrimento al clásico canto nasal.
Tal vez por eso Lucas, este joven director de 22 años (la historia de Diablos Verdes se puebla de gurises jóvenes en sus integrantes, de hecho Antonio Iglesias andaba por los 16) pone énfasis en lo gestual, en lo actoral, confiado que en buena medida el canto va encaminado.
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La primera actuación es el tablado móvil que se instaló en la cancha de Uruguay Montevideo en el barrio Pueblo Victoria; el público no es muy numeroso, el escenario chico y el audio digno lo que no permite el desarrollo total del espectáculo, pero son "de la casa", vecinos de la teja con los cuales hay una comunión "espiritual".
Rumbo al Velódromo, Bueno ajusta actuaciones y si bien el clima en el ómnibus es distendido, las indicaciones no caen en saco roto.
El Velódromo por su infraestructura y por el público es una suerte de pre- Teatro de Verano; hoy en particular a pesar de ser jueves esta lleno y la murga sabe que el público espera una actuación de los Diablos a la altura de su historia.
Para mejor, el presentador Alejandro Camino (que salió dos años en la murga y fue cupletero) enfatiza el rol histórico de ésta murga, donde el compromiso social y la crítica política son su razón de ser.
El ambiente en el ómnibus rumbo al Tablado del Parque es otro, la barra esta eufórica, quedaron mas que conformes con lo actuado en el velódromo y la devolución del público.
El "universo murguero" tiene sus propios códigos, rivalidades "futboleras" entre los conjuntos (aunque la tensión mayor es con el género parodismo y humorismo) pero siempre aparece el abrazo entre componentes de distintas murgas que alguna vez compartieron conjunto.
Incluso puede sorprender integrantes de una murga que colaboren comprando la remera de otra.
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La emoción y el vértigo
Julio hace 20 años que como chofer de Cutcsa maneja para conjuntos de carnaval; cuenta que empezó manejando para la Reina y ahora hace años para los Diablos, un conjunto del que se siente parte: " ya que no puedo cantar, les manejo" se justifica.
Julio admira al grupo humano, un grupo consolidado, un conjunto de gente joven que lleva en la mochila el peso de un grupo histórico del carnaval uruguayo, y esa "cofradía verde" es un rasgo que han expresado varias personas consultadas dentro y fuera de la murga.
Eso si, Julio asumiendo el compromiso de que la murga llegue en hora a los tablados, suele desplegar unas "alas invisibles" que ya tiene acostumbrados a los murgueros en un viaje que por momentos se llena de emoción y vértigo.
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El homenaje a Seregni
Raúl Castro fue el encargado de escribir la despedida de los Diablos con un homenaje a los 40 años de la liberación del General Líber Seregni.
Es el viejo carnavalero Albino Almirón el encargado de poner la voz y el gesto en el recitado y como expresó a Caras y Caretas, "cierro las compuertas para que la emoción no juegue una mala pasada".
Sin dudas los Diablos con esta despedida se juega una parada fuerte; pero como sostienen sus hinchas, el perfil de izquierda de los Diablos, su sátira política y su definición como murga de la clase obrera y la teja, es su marca en el orillo.
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