"Considero que fue una linda intervención contra Maxi y quizás a partir de ahí uno empieza a crecer. Fue la mejor del partido porque estábamos en minoría, Maxi tenía posibilidad de pase al medio y yo veo que levanta la cabeza y los ve."
El portero reveló que en ese instante aplicó una estrategia psicológica para inducir el error del delantero:
"Hubo parte de psicología en esa jugada porque le dejo el primer palo muy marcado a Maxi cuando va mirando el arco y yo me muevo como para diciéndole: 'Mirá que te voy a tapar el pase al medio'. Entonces cuando él bajó la cabeza para patear, me la jugué con todo al primer palo. Le dejé la carnada para que cayera y por suerte me salió bien."
Un regalo de cumpleaños para Peñarol
En zona mixta, apenas terminado el partido, Sosa dedicó su actuación al club en su aniversario, utilizando una metáfora emotiva:
"Era el cumpleaños del glorioso, así que nada, si sirvió para algo, es un regalito de cumpleaños."
Consultado sobre lo que siente al ser abucheado o recibido con hostilidad por la tribuna rival, Sosa aseguró que son momentos que disfruta: "Son cosas lindas de vivir porque por algo uno no pasa desapercibido, quiere decir que por ahí ha estado identificado de tal o cual manera, en este caso con Peñarol. Y bueno, son cosas lindas que uno ya está acostumbrado a vivirla y las disfruta."
El arquero también destacó el esfuerzo colectivo, señalando que el gran desempeño defensivo de Juventud fue fundamental para sostener el resultado, aunque reconoció las oportunidades que tuvo el rival: "Creo que hicimos un gran trabajo defensivo, los compañeros también estuvieron a la altura de defender ese cero. Nacional tuvo varias oportunidades de poder concretar."