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El partido tuvo un primer tiempo muy contundente de Peñarol, que cada vez que pisaron la media cancha rival lograron sumar unidades.
Así fue como rápidamente se fueron arriba por 18-0 con dos penales de Felipe Etcheverry y un try de Eric Dos Santos convertido por el antes mencionado.
Los trasandinos reaccionaron con un penal de Felipe Urroz, pero en la última jugada de esos cuarenta minutos iniciales apareció un drop de Etcheverry que dejó todo 21-3.
El complemento comenzó con la esperable reacción del equipo visitante, que se acomodó mucho mejor, empezó a hacerse valer en las formaciones y junto a ello descontar en el resultado.
Un nuevo penal de Francisco Urroz y luego un try penal tras un maul pusieron todo 21-13 a favor de los mirasoles, minutos donde jugaba con 13 por las amarilla a Milán y Echeverría.
Pero en base de una defensa muy aguerrida y un penal en los minutos finales de Etcheverry, el duelo se cerró por 24-13 en favor de los carboneros, que estallaron en una celebración y abrazos interminables al grito de: "dale campeón".
Peñarol fue un justo ganador del torneo, perdió solo dos de 12 partidos disputados: con Olimpia Lions de Paraguay en la primera rueda y con el vicecampeón en la segunda. Dejó atrás a Cafeteros Pro en la semifinales y se cobró revancha ante Selknam en la definición de anoche.
El mirasol cosechó su primer trofeo y lo disfrutó con su gente en el estadio Charrúa, que recibió a unos 5.500 espectadores.
El capitán de Peñarol, Matías Vilaseca, luego del partido mencionó que: "estábamos convencidos del objetivo que era salir campeones, no había otro escenario posible y haber conquistado el títulos nos hace muy felices".
"Fueron cinco meses muy duros", amplió el jugador mirasol y analizó del partido: "en el primer tiempo fuimos protagonistas, el segundo lo cedimos un poco, con las dos amarillas se complicó, pero la defensa es la gran clave de esta consagración".