La selección Sub 20 de Uruguay ha logrado movilizar las fibras más íntimas de las energías futboleras del país y quedó a un solo paso de hacer historia. Lo que hace mucho tiempo no sucedía, está volviendo a pasar. Ayer, al término del partido en que la celeste derrotó 1 a 0 a Israel, las calles de Montevideo se colmaron de bocinazos, de gritos de entusiasmo entre los automovilistas que circulaban en plena tarde, por una ciudad con muchos menos tránsito que el habitual.
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Hay que retrotraerse mucho tiempo atrás para recordar la euforia que están desatando estos chiquilines que, este domingo, defenderán el honor y el orgullo del fútbol sudamericano y, por supuesto, el de la celeste charrúa, frente a uno de los históricos campeones de Europa.
Ya quedaron fuera del mundial los organizadores, Argentina, más Brasil, Ecuador, Colombia y Estados Unidos, solo por nombrar algunas de las selecciones americanas que fueron quedando en el camino, mientras Uruguay fue dando pasos sorprendentes para lograr llegar, este domingo, a la gran final de la Copa Mundial Sub 20 de Argentina 2023.
Pocos lo hubiesen esperado, ni siquiera los vendedores de banderas, que pintan de celeste la ciudad cada vez que la selección tiene la oportunidad de dar un paso histórico, aparecieron hasta ahora.
Uruguay esta en las puertas de dar un paso enorme y recién ahora, se siente la expectativa de lograr unir a todos los uruguayos, bajo un solo corazón celeste.
Después de que la selección mayor defraudara en Qatar, el pueblo futbolero había quedado desilusionado,y sin ganas de volver a ilusionarse. Fueron seis meses de poco entusiasmo, a pesar de que estos chocos habíandado una clara señal de su valía en el Sudamericano de Ecuador, donde Brasil volvió a traernos a la tierra.
El Mundial de Argentina comenzó sin mucha algarabía, ni siquiera la goleada del primer partido frente a Túnez. dio para cambiar el estado de ánimo. Vino luego la caída frente a Inglaterra, que volvó a mostrar los fantasmas habituales, pero un nuevo triunfo sobre Irak, devolvió la ilusión.
Las victorias sobre Gambia y Estados Unidos dejaron en claro para lo que estaban estos gurises que, a pura desfachatez, talento y buen fútbol fue,ron despertando el entusiasmo de todo el pueblo futbolero.
Este jueves, la ilusión renació con más fuerza, y como hace muchos años no ocurría. El triunfo ante Israel, la revelación del Mundial, nos dejó en las puertas de romper un maleficios y levantar una copa que nos viene siendo esquiva.
Uruguay jugara una final de la categoría por tercera vez en la historia. La primera vez, en Malasia, se llegó a la final después de haber realizado un gran torneo, pero el verdugo fue Argentina en la final.
En Turquía 2013 también se logró alcanzar el último partido, pero esta vez el verdugo fue Francia por penales.
Este domingo. los jugadores uruguayos tendrán la oportunidad de cortar este maleficio y darle la oportunidad a uruguayos y uruguayas, de volver a sentir el orgullo de ser campeones del mundo en la categoría juvenil.