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Deportes Peñarol | Bolivia | Copa Libertadores

Histórico

Peñarol rompió una racha de más de 30 años sin ganar en la altura de Bolivia

La última victoria de Peñarol por Copa Libertadores en Bolivia había sido en 1989 cuando derrotó a The Strongest por 2 a 1.

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Peñarol conquistó la altura de Cochabamba con una autoridad inobjetable, propinando una goleada de 3-0 a San Antonio Bulo Bulo. Este triunfo épico no solo catapulta al carbonero a la cima de su grupo en la Copa Libertadores, sino que también pulveriza una racha de 36 años sin victorias en territorio boliviano por el máximo torneo continental, marcando un antes y un después en la historia del club y encendiendo la ilusión de clasificación con sus próximos dos compromisos en el mítico Campeón del Siglo.

Triunfo histórico

Desde el inicio del encuentro en el estadio Félix Capriles, Peñarol exhibió una determinación férrea, desafiando los 2.582 metros de altitud con una actuación que quedará grabada en la memoria de sus hinchas. La primera advertencia llegó con un zurdazo potente del juvenil Leandro Umpiérrez, que solo el arquero Saracho y el travesaño pudieron desviar, presagiando lo que sería una noche histórica para el aurinegro.

La victoria, labrada con goles que testimoniaron la superioridad futbolística del equipo de Diego Aguirre, representa mucho más que tres puntos cruciales. Significa el fin de una larga y frustrante sequía de triunfos en la altitud boliviana por Copa Libertadores, un fantasma que persiguió al club durante más de tres décadas. La última vez que Peñarol había saboreado la victoria en estas condiciones fue en febrero de 1989, cuando doblegó a The Strongest en La Paz.

El 11 inicial carbonero dirigido por Ladislao Mazurkiewicz estuvo integrado por: Óscar Ferro, Rubén dos Santos, Jorge Gonçalves, José Herrera, Marcelo Rotti, Adolfo Barán, Eduardo da Silva, José Perdomo, Mario Saralegui, Carlos Aguilera y Jorge Villar.

El triunfo de anoche adquiere una dimensión histórica aún mayor al considerar el sombrío historial reciente de Peñarol en ciudades de altura por Copa Libertadores: 16 derrotas consecutivas desde aquel lejano triunfo en Bogotá en 1997.

Con la cima del grupo asegurada y la clasificación al alcance de la mano, dependiendo de sus próximos dos partidos en casa, la gesta de Cochabamba se erige como un faro de esperanza para la afición carbonera. Peñarol ha derribado un muro histórico, silenciando la altitud y reafirmando su grandeza en la Copa Libertadores.

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