Como estaba anunciado, este mediodía llegó al Aeropuerto de Carrasco la selección Sub 20, que fue recibida por una apasionada multitud dispuesta a desafiar el frío polar y a festejar el merecido triunfo mundial de la celeste.
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Después del emotivo saludo de la gente en la terminal aérea, la caravana inició su marcha hacia el estado Centenario, de acuerdo al recorrido que informó la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) en la noche de ayer, después del partido final.
Al tocar suelo uruguayo, fue Luciano Rodríguez, el autor del gol ante Italia, quien ofrendó la copa ganada a la multitud que los esperaba.
La fiesta de homenaje a los chicos de la celeste se desarrollará en su totalidad durante el recorrido por los barrios que la caravana atraviese. El camino es: Ruta 101, Avenida de las Américas, Avenida a la Playa, la rambla, Ciudadela, 18 de julio, el parque Batlle (Luis Morquio, Lorenzo Mérola, Ramón Benzano, Federico Vidiella), hasta llegar a la tribuna América.
El siguiente evento público de la selección Sub-20 será el reconocimiento que se le hará en el estadio Centenario el miércoles en la previa del encuentro entre Uruguay y Nicaragua.
En diálogo con la prensa, Rodrigo Chagas, volante de la selección, dijo: "Este grupo hermoso se merece esto y mucho más. Sabíamos que éramos capaces. Ahora a festejar con la gente".
Y para alegría y orgullo celeste, los chicos de la selección recibieron esta mañana el saludo especial de Luis Suárez, quien posteó en Twitter: "Somos campeones del mundo, pusieron al país en lo más alto. Orgulloso de ustedes, gracias por esta alegría".
La noche del festejo
Pese al intenso frío, apenas sonó el pitazo final en La Plata, el pueblo celeste salió a las calles a gritar su euforia por el campeonato Mundial Sub 20 que nos regalaron los gurises de la Sub 20.
El grito de guerra de ¡Uruguay, nomá! se escuchó en todo el país, y las familias se abrazaron por una conquista futbolera que hizo vibrar a todos.
Familias enteras salieron a las calles, y en Montevieo, la avenida 18 de julio se convirtió en pocos minutos en el escenario de la alegría y la euforia.
Como en otras grandes gestas deportivas, la Intendencia de Montevideo fue el epicentro de los festejos. Desde todos los barrios, cientos de personas llegaban con banderas, camisetas celestes y gorros como en los mejores momentos del fútbol uruguayo.
La Selección Sub 20 logró unir a todos bajo un mismo color, sin diferencias de ningún tipo con un único grito: Uruguay, Uruguay, Uruguay.
Una noche helada que invitaba a guardarse en las casas, no fue obstáculo para una auténtica fiesta uruguaya. El fútbol, una vez más, era motivo de un enorme festejo.
Desde todas las calles llegaban a 18 de julio, caminando, en motos, autos, y hasta los que pasaban en ómnibus abrían sus ventanillas para gritar su fervor.
Los balcones se vistieron de celeste en pocos minutos, cada uno sacó lo que tenía a mano, y la 18 de julio lucía como en sus mejores galas.
Uruguay es Campéon del Mundo y la alegría de un pueblo que ama el fútbol dejará en la historia la noche del 11 de junio. Los gurises de la Sub 20 lo hicieron posible.