El proyecto más ambicioso en curso es la construcción de un nuevo ambulatorio, cuya inauguración está prevista para mayo de 2026. Con un presupuesto aproximado de 20 millones de pesos, el edificio alojará consultorios polifuncionales de especialidades como otorrinolaringología, cardiología, nefrología y oftalmología, entre otras. La mitad de los fondos proviene de créditos de ASSE y el resto del aporte de Loterías y Quinielas. La meta es ampliar el horario de atención y promover un trabajo multidisciplinario acorde a las necesidades actuales del hospital.
Remodelación de la fachada
La transformación también es visible desde el exterior. La administración destinó 3 millones de pesos a la remodelación de la fachada ubicada sobre Bulevar Artigas y Lord Ponsonby, además de instalar una pantalla informativa para mejorar la comunicación con los usuarios. A esto se sumarán intervenciones artísticas en salas de espera y pasillos, con el fin de generar espacios más amables para niños y adolescentes.
El plan de obra continúa en expansión. Entre los próximos pasos se prevé mejorar las condiciones de internación en los seis pisos destinados a hospitalización pediátrica, con salas individuales, baños propios y una reorganización de las enfermerías para optimizar el monitoreo. También está proyectado un nuevo economato y vestuarios para el personal.
El desafío mayor, según Giachetto, será la reforma profunda del Hospital de la Mujer, cuya estructura antigua presenta limitaciones severas. El proyecto contempla centralizar los blocks quirúrgicos en una sola planta para optimizar procesos y elevar los estándares de atención. Aunque supone una inversión considerable, la administración sostiene que existe un compromiso firme para llevarlo adelante.
El Pereira Rossell se encamina así a una transformación estructural que, según sus autoridades, es indispensable para sostener la complejidad del único centro que concentra todas las especialidades y subespecialidades pediátricas del país.