El presidente de EEUU, Joe Biden, anunció este jueves que las tropas de su país mataron al líder del grupo terrorista Daesh (autoproclamado Estado Islámico), Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, durante una operación en el noroeste de Siria, que provocó además la muerte de varios civiles.
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«Gracias a la habilidad y el coraje de nuestras Fuerzas Armadas, hemos sacado del campo de batalla a Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, líder del Estado Islámico», dijo el mandatario.
Biden agregó que Al Qurayshi fue el responsable del «brutal» ataque a una prisión en el noroeste de Siria, ocurrido días atrás, que dejó más de 300 muertos, cuando el grupo terrorista intentó liberar a varios de sus combatientes allí detenidos.
Finalmente, unos 200 terroristas escaparon tras el ataque.
La cárcel está bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dirigidas por los kurdos en la ciudad siria de Al-Hasakah.
La Fiscalía Militar siria dijo que los sucesos de Al-Hasakah son el resultado del proyecto estadounidense de mantener el control sobre el noreste de Siria.
Según las autoridades sirias, la coalición internacional liderada por EEUU permitió al Daesh realizar el ataque a la prisión para demostrar que la amenaza terrorista todavía existe en la región y justificar así la presencia ilegal de Washington en el país.
En cuanto a la muerte de civiles Naciones Unidas cree que es importante impulsar una investigación, dijo en una conferencia de prensa el portavoz Farhan Haq.
«Hemos tomado nota del anuncio del presidente de EEUU sobre la muerte de Abu Ibrahim al-Qurayshi, el líder de Daesh. Observamos con preocupación los informes de víctimas civiles. En el caso de tratar de determinar la responsabilidad, sería importante tener una investigación», «dijo Haq.
Conflicto interno
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
A finales de 2017, el Daesh fue declarado derrotado en Siria e Irak, pero las operaciones antiterroristas siguen en marcha.
Washington respalda a las formaciones armadas kurdas ubicadas en el país a pesar de las protestas del gobierno sirio.
El ejército estadounidense controla partes de las provincias de Al-Hasakah, Raqqa, Alepo y Deir Ez-Zor, donde se encuentran los mayores yacimientos de petróleo y gas sirios.
Damasco no reconoce la llamada administración autónoma del norte y el este de Siria y califica la presencia de los militares estadounidenses en su territorio como una ocupación y una piratería de Estado con el objetivo de robar directamente el petróleo.
(Vía Sputnik)