Faltaba media hora para el acto virtual del Pit-Cnt cuando el presidente lanzó la bomba del cambio de ministro de Desarrollo Social. Lo anunció por Twitter y desató un tsunami de comentarios a favor y en contra. El sábado 1º de mayo tomaba, de golpe, un inesperado giro.
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Minutos después, a las 6,25 de la tarde, la página web de Presidencia anunciaba que el cambio obedecía a la necesidad de “abordar un nuevo objetivo político”.
A las 6,36, Martín Lema agradecía, su nombramiento al frente del Mides, y media hora después, Pablo Bartol, intentaba una tímida y escueta despedida.
Todo ello mientras el Pit-Cnt comenzaba con las palabras de la primera oradora.
De esta manera, en 45 minutos, y por redes sociales, un 1º de Mayo, el gobierno anunciaba y cerraba en un solo acto, su segundo gran volantazo político, si consideramos que el primero fue la salida de Ernesto Talvi de la Cancillería, aunque en circunstancias mucho más previsibles que estas.
¿Por qué se eligió el 1º de Mayo para sacar a uno de los ministros más emblemáticos de la gestión de gobierno? ¿Se buscó evitar el impacto mediático que hubiese significado hacerlo un lunes a las 6 de la tarde antes de los informativos de TV? ¿Se evitó exponer a Bartol a los micrófonos que inmediatamente hubiesen ido a buscarlo para preguntarle los motivos de su salida? ¿O mostrar la cara de alegría de Martín Lema agradeciendo por la oportunidad que tanto venía esperando? ¿O acaso se intentó frenar el impacto de los discursos del Pit-Cnt, quitándoles protagonismo, para dar una noticia que ya había quedado resuelta 24 horas antes?
Son las preguntas que quedaron en el aire y que seguramente no tendrán respuesta.