24 años después de su primer florecimiento, la planta denominada «planta pene» (por su forma, claro está) volvió a dar flor. Es la tercera vez que sucede en la historia de Europa. El jardín botánico Leiden Hortus Botanicus, de la Universidad de Leiden, explica que la planta Amorphophallus decus-silvae creció gracias al cultivo que realizó un voluntario del jardín Rudmer Postma.
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Los trabajadores del establecimiento observaron por primera vez el capullo floral a mediados de setiembre y, en poco más de un mes, el capullo alcanzó a tener un tallo de hasta 2 metros.
Pocos jardines botánicos tienen Amorphophallus decus-silvae en su colección, lo que hace que la floración de la planta sea especialmente rara.
Su origen se ubica en la selva tropical de Indonesia. La planta pene requiere un entorno de crecimiento muy cálido y húmedo. Algo que llama la atención de los especialistas es el potente olor desagradable de la planta, que se compara con el de la carne en descomposición. Este aroma es la señal que emite para que los jardineros calculen cuándo está por florecer en su totalidad.
Según los expertos, las plantas Amorphophallus de mayor tamaño no presentan muchos años de conservación. “Esa floración utiliza toda la energía que se ha almacenado en ese cormo. Para que vuelva a florecer, ese cormo tiene que producir una serie de hojas a lo largo de 3 y 10 o 12 años para que vuelva a acumular la energía suficiente y soportar una floración”, sostuvo Susan Pell, subdirectora ejecutiva del Jardín Botánico de Estados Unidos.