Visiblemente emocionada frente al reconocimiento, que consideró “un exceso”, la poeta uruguaya Ida Vitale fue condecorada en Montevideo con el grado de Commandeur de la Orden des Arts et des Lettres que concede el Ministerio de Cultura francés.
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“Nunca imaginé todo esto. Hay una cantidad de cosas que uno hace en la vida agradeciendo poder hacerlas y sin esperar que luego todo eso sea subrayado”, dijo el sábado la escritora tras recibir la distinción de manos del embajador del país europeo en Uruguay, Hugues Moret.
También, aseguró que solo puede agradecer a Francia por todo lo que le dio en la vida y resaltó que la condecoración fue “un exceso” que no merece.
Vitale, a sus 97 años, siguió atentamente el discurso del diplomático sentada en un sillón especialmente preparado para ella.
“Es un doble homenaje. En primer lugar, a la extraordinaria poeta que es usted y homenaje a la traductora que también usted es de tantas obras en francés y en español”, apuntó Moret, quien resaltó que los estantes de la biblioteca de la poeta “se doblan” por el peso de más de 800 libros en francés.
El grado de Commandeur es el más elevado de los tres que tiene esta condecoración del Estado francés y recompensa a personas que se distinguieron por sus creaciones en el sector artístico o literario o por su contribución a la proyección de las artes y las letras en Francia y el mundo.
Trayectoria
Vitale, que cumplió 97 años en noviembre pasado, hizo muchas traducciones del francés al español, como El agua y los sueños o La poética de la ensoñación, de Gaston Bachelard, o Manouche, de Roger Peyrefitte.
Además, trabajó en las traducciones de sus poemas al francés con Silvia Baron Supervielle, escritora argentino-uruguaya radicada en Francia y nieta segunda del poeta franco-uruguayo Jules Supervielle.
Fruto de esa labor fue la antología bilingüe Ni plus ni moins (Ni más ni menos, en alusión de uno de los versos de la poeta montevideana), publicada en 2016 en el país europeo.
Vitale, nació en Montevideo en 1923 y está inscrita en la Generación del 45, a la que también pertenecen poetas uruguayos como Mario Benedetti, Idea Vilariño, Carlos Maggi o Emir Rodríguez Monegal.
Crítica, ensayista, traductora y docente, la poeta recibió en su trayectoria, entre otros galardones, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2015) y el Premio Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) de Literatura en Lenguas Romances 2018.
Fue la quinta mujer en recibir el Premio Cervantes, tras las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992) y la mexicana Elena Poniatowska (2013).
Su poesía la inició en 1949 con la obra La luz de esta memoria, a la que siguió Palabra dada (1953), Cada uno su noche (1960) o Paso a paso (1963), a los que siguieron muchos otros volúmenes.
A falta de una novela inconclusa, que en varias ocasiones ha dicho quisiera terminar, sus últimos libros publicados son “Mínimas de aguanieve” (2016) y la compilación Poesía reunida (2017). (I)