Narciso Isa Conde es un revolucionario socialista, político, escritor y ensayista dominicano que, durante largos años, se enfrentó al régimen de Rafael L. Trujillo.
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Este sábado, el portal de noticias KaosenlaRed, publica un artículo del destacado militante dominicano titulado “La Pfizer y su cruel manera de ganar”.
“El gran capital no está hecho para satisfacer necesidades humanas, sino para fundamentalmente para obtener las mayores ganancias, expandirse y dominar. Los ejemplos sobran, pero este engrifa los pelos”, comienza afirmando Isa Conde, quien de forma inmediata denuncia que “en 1996 el gigante farmacéutico Pfizer habría cometido un genocidio en Nigeria”.
El hecho se produjo, a partir de una epidemia de meningitis, cuando la farmacéutica puso a prueba “un nuevo medicamento en 200 niños/as afectados/as por la enfermedad”.
La inmensa mayoría de estos niños murieron, recuerda Isa Conde, mientras que, los sobrevivientes, quedaron “gravemente afectado, incluso con deformaciones físicas”.
“El ensayo”, destaca el revolucionario dominicano, “se hizo sin comunicárselo a sus familiares y sin la autorización del Comité de Ética de Nigeria, es decir, en la más completa ilegalidad; lo que más tarde dio lugar a una demanda del Estado federal nigeriano por 7 mil millones de dólares, que serían destinados a acciones de reparación a los familiares de las víctimas”.
Isa Conde no duda en calificar esta acción como “racista” y de «fondo criminal”.
En esa oportunidad, “niños/as negras fueron usados como “conejillos de India” o como “ratones de laboratorios”, aprovechando esa epidemia”.
No es casual, agrega. que el caso “salga a relucir ahora a raíz de las bochornosas conductas de las grandes corporaciones farmacéuticas -incluida Pfzer, Astrax Zeneca, Moderna y las del paquete de la OMS- dentro del tema de las vacunas anti-Covid”.
“Las vacunas contratadas, parcialmente pagadas, no han llegado a los países empobrecidos”, denuncia Isa Conde, “porque se privilegia la venta a sobreprecio (¡especulación!) a los países súper-ricos y éstos a su vez prohíben la exportación de las vacunas hasta tanto no sea vacunada toda su población”.
El ejemplo que cita es el de su propio país, pero pudo ser cualquier otro de los que aún se encuentran en un “limbo” de espera incierta.
Este accionar de las grandes empresas farmacéuticas es “la perfecta combinación entre los gigantes: un dinero que brota de la explotación y la estafa a los pueblos empobrecidos. La indignación ha crecido tanto que, hasta la OMS, que sabía que eso iba a ser así y lo calló, ha tenido que protestar para salvar las apariencias” denuncia el luchador social dominicano.
Al ejemplificar el caso de República Dominicana, señala que “el Gobierno dominicano contrató en términos onerosos con Pfizer casi ocho millones de vacunas, y no ha llegado una sola. Con Astrax-Zeneca contrató 20 millones de unidades, le adelantó 8 millones de dólares y no ha llegado nada, porque las 30 mil recibidas con esa marca fueron compradas a otra firma comercial en la India”.
Y agrega, “los chinos (…) con los que no se había contratado nada, salvaron al Gobierno de un engorroso tranque”.
Aquellos que eran “despreciados por miedo a Estados Unidos le dieron una tierna galleta sin mano a esta gobernación de colonia estadounidense”. denuncia.
“Solo sorprende a los tontos, ni siquiera a los sinvergüenzas, que quien decidió actuar así en Nigeria, no sería capaz de hacer lo que está haciendo con la Covid-19” enfatiza Isa Conde, al retomar el accionar de Pfizer en la actual coyuntura sanitaria mundial.
“El desprecio de los imperios de la superioridad blanca hacia los países colonizados, es medular. ¿Y acaso no lo sabían las autoridades dominicanas y de muchos otros países dependientes? Si la respuesta es no, su ineptitud es grave; y si es sí, entonces la cosa es peor”.
Isa Conde describe como “colonialidad del pensamiento”, las formas en que han actuado algunos gobernantes durante el tránsito por la pandemia, ellos, señala sin ambages, son “gobernantes parecidos al Presidente dominicano, Luis Abinader”.
“Bajo presiones estadounidense, el Estado dominicano ha incurrido en el distanciamiento político-diplomático respecto a Cuba en un tema tan sensible como el de la cooperación para enfrentar la pandemia”.
Este modo de actuar explica cómo se “ha privado al pueblo dominicano de la valiosa experiencia y gran eficacia de Cuba, que, con su generosa solidaridad, pudo reducir sensiblemente el impacto de esta tragedia, que se aproxima a los 3,300 fallecidos, una cifra que duplica el total del Caribe Insular.
¡También esta manera de provocar sufrimientos, junto a todas las demás, disfruta de la más absoluta impunidad!”, concluye el artículo denuncia, del destacado luchador social dominicano.