Por su parte, García ocupó el Ministerio de Defensa Nacional durante casi toda la administración hasta su renuncia a principios de 2024 para dedicarse a la campaña.
En tanto, Heber tuvo un paso por el Ministro de Transporte para luego aterrizar en el Ministerio del Interior, cartera a la que tuvo que renunciar tras la polémica por el otorgamiento del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset.
Los tres son referentes de distintos sectores de la divisa nacionalista Heber del Herrerismo, García de la lista 40, y Delgado de Aire Fresco, sector fundado por él junto a Lacalle Pou.
Hoy quien ocupa el asiento en el Honorable Directorio es Macarena Rubio en sustitución de Pablo Iturralde, quien debió renunciar al cargo luego de que se difundieran chats suyos con exsenador Gustavo Penadés en los que se habla de la fiscal Alicia Ghione.
El liderazgo ausente de Lacalle Pou
Para el politólogo Mauro Casa, el Partido Nacional atraviesa una situación interna singular: una disputa por la conducción cotidiana del partido, en un contexto donde el liderazgo de Luis Lacalle Pou continúa siendo hegemónico pero, al mismo tiempo, se encuentra formalmente ausente. “Es una disputa de poder un poco extraña, porque es más bien por cuidar los muebles del partido hasta el retorno de Lacalle Pou a la vida política partidaria y pública”, explica Casa a Caras y Caretas.
El politólogo destaca que nunca antes el Partido Nacional había tenido un liderazgo tan dominante y sin cuestionamientos desde todas sus corrientes internas. “Eso es una extrañeza histórica. El liderazgo de Lacalle Pou es indiscutido, pero él mismo decide no asumir su banca en el Senado ni la conducción del partido”, lo cual genera, según Casa, una paradoja política: “el liderazgo en términos de candidatura futura está clarísimo, pero en el día a día hay que encontrar a alguien que funcione como un síndico, un gerente general”.
En ese vacío operativo, se perfilan los nombres de Álvaro Delgado, Javier García y Luis Alberto Heber. Para Casa, no hay entre ellos ni disidencias ni disputas ideológicas reales: “Son tres nombres muy cercanos a Lacalle Pou. No hay en esos nombres ninguna búsqueda de perfil propio ni intención de oponerse al liderazgo del expresidente”. A Delgado lo vincula como el más próximo en términos de construcción sectorial; a Heber le reconoce una fidelidad demostrada desde 2014; y a García lo destaca como un aliado temprano desde sus tiempos en el wilsonismo y la lista 40.
“Son luistas de pura cepa”, sentencia Casa, y agrega que lo que está en juego es el posicionamiento dentro del luisismo para el próximo ciclo político. “Es una disputa meramente por ser el sector que el día de mañana coloque la mayor cantidad de cuadros en un futuro gobierno de Lacalle Pou. Así de simple y así de descarnado”.
Donde sí se notan matices es en el estilo. Según el politólogo, Delgado representa “un lacallismo de buenos modales”, con un tono más dialoguista hacia el Frente Amplio. García, en cambio, “sobreactúa un discurso más combativo, más de trinchera, más derechista, incluso con planteos de batalla cultural”. Heber, con décadas de experiencia y una carrera parlamentaria extensa, se presenta como una figura de unidad, que busca tener representación en el Directorio y proyectar continuidad.
“Yo no creo que haya diferencias ideológicas ni programáticas. Me parece que es una cuestión de modales”, resume Casa. “El de Delgado es un lacallismo de buenos modales, y el de Javier García es un lacallismo de salir al grito y de pelea en Twitter. Más que eso, no veo otros énfasis en la diferenciación entre estas candidaturas”.