Las escenas sexuales, representaciones de abuso sexual y la ridiculización de ritos cristianos encabezan la lista de desencadenantes que tiene que afrontar su público. Sin embargo, la entidad cultural recomienda el espectáculo a un público que "busca atrevidamente nuevas experiencias teatrales", ya que, según Ebling, además del uso de algunos medios teatrales, el arte escénico "no es falso sino real".
A pesar de las quejas por parte del público, Ebling aseguró que las cinco veladas previstas no serán canceladas, y expresó que confía en que la mayoría de los asistentes eran conscientes "en lo que se metían". Antes de Stuttgart, la producción se realizó en Schwerin, "con entradas agotadas", donde no se registró ninguna emergencia médica.
"Degeneración" y "escoria"
El decano de Stuttgart, Christian Hermes, lanzó duras críticas hacia la ópera y afirmó que la obra representa "ingenuos, por no decir cursi, sueños sexuales-espirituales de redención". "Los involucrados y visitantes son llevados brutalmente hasta y más allá de los límites de lo estética y psicológicamente tolerable, se violan obscenamente los sentimientos religiosos […] y se juega deliberadamente con la salud mental de las personas", comentó Hermes, sumándose así a algunos internautas que tacharon la opera de "degeneración" y "escoria".
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Matthias Baus / Staatsoper Stuttgart
Fuente: RT