Otra figura destacada de la noche fue el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien volvió a la Casa Blanca en vísperas de la Copa Mundial 2026, torneo que será coorganizado por Estados Unidos junto a México y Canadá. Su presencia alimentó especulaciones sobre conversaciones vinculadas a la organización del evento y a la expansión del fútbol en territorio norteamericano.
Elon Musk y la señal de acercamiento al presidente
Elon Musk, por su parte, asistió al banquete ubicado en una mesa distinta a la de Trump. Su presencia fue interpretada como una señal de acercamiento luego de meses de tensiones públicas entre ambos. El magnate fue responsable de la comisión de eficacia gubernamental creada por el actual mandatario, pero la relación se deterioró tras las críticas de Musk a un proyecto de ley presupuestaria.
Durante la cena, Trump elogió públicamente a Mohamed bin Salmán, al que calificó como “un hombre de liderazgo”. El gesto, en un ambiente cuidadosamente protocolar, reforzó el mensaje de alineamiento diplomático entre ambas naciones, en un momento en que Arabia Saudita profundiza su estrategia de influencia global apoyándose tanto en alianzas políticas como en figuras de alto perfil del deporte y la tecnología.