Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Like hongo | radiación | Radioactividad

Hongos radioactivos

Descubren hongo que se alimenta de radiación y crece en la oscuridad del peor desastre nuclear

En los restos del reactor soviético de Chernóbil vive un hongo que se alimenta de la radiación; los científicos planean usarlos para viajes espaciales.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

En la zona de exclusión que dejó el desastre nuclear de Chernóbil, en Ucrania un hongo oscuro, melanizado, parece alimentarse —o al menos beneficiarse— de la radiación. Su nombre científico es Cladosporium sphaerospermum, pero algunos lo llaman “el hongo de la oscuridad”. Este hongo come radiación como las plantas energía solar. Además, podría ayudarnos a viajar a Marte.

El hallazgo

hongoradioaktivo

El incidente de la central nuclear de Chernóbil, ocurrido el 26 de abril de 1986, generó una de las catástrofes tecnológicas más graves de la historia. La zona de exclusión resultante se convirtió en un laboratorio natural para estudiar cómo se comporta la vida en condiciones extremas.

Científicos ucranianos y luego estadounidenses identificaron hongos de color negro —principalmente especies como Cladosporium sphaerospermum— que crecían en las inmediaciones del reactor Nº 4, incluso en ambientes con radiación muy alta. Lo que diferencia a estos hongos de la mayoría de los seres vivos radica en dos propiedades destacadas:

  1. El Radiotropismo: estas especies fueron observadas creciendo en dirección a fuentes de radiación, fenómeno que se ha denominado radiotropismo.
  2. Radiosíntesis: las investigaciones sugieren que la melanina —el pigmento negro que vemos en estos hongos— no solo actúa como escudo frente a la radiación, sino que cambia sus propiedades electrónicas al exponerse a rayos γ, lo que podría permitir que los hongos aprovechen la radiación como fuente de energía.

Un artículo resume: “La exposición a radiación alteró la estructura química de la melanina, aumentando su capacidad de actuar como agente reductor de electrones". Un artículo resume: “La exposición a radiación alteró la estructura química de la melanina, aumentando su capacidad de actuar como agente reductor de electrones".

¿Viaje a Marte?

images

Estos hallazgos tienen implicaciones que van más allá de lo exótico o lo singular — aunque en esta noche de Halloween quizás lo primero que nos venga a la mente sea la imagen de un “hongo mutante” saliendo de la central...

  1. Remediación ambiental: si organismos capaces de tolerar o aprovechar radiación existen, podrían ayudar en la mitigación de sitios contaminados por radionucleidos.
  2. Exploración espacial: la radiación es uno de los grandes desafíos de viajes al espacio profundo o a Marte. Algunas propuestas incluyen usar estos hongos como parte de un escudo biológico para astronautas.
  3. Comprensión de la vida en condiciones extremas.

En este 31 de octubre, muchas de las historias se centrarán en lo sobrenatural y lo espeluznante, sin embargo esta adaptación de un hongo a condiciones de radiación extrema no es literatura, sino realidad.

Podemos imaginar: en los muros oscuros y silentes del edificio del reactor caído de Chernóbil, donde se suponía que casi nada— sobreviviría, brotan colonias de hongo negro que no solo resisten, sino que prosperan, alimentadas por aquello que debe matarlas. Es un cuento de terror donde la radiación no mata, sino la vida que se alimenta de ella.

Dejá tu comentario