likeEl armado del árbol de Navidad el 8 de diciembre es una tradición fuerte del calendario festivo en Uruguay y en gran parte de la región. Se vive como un ritual familiar y tiene mucho que ver con la difusión cultural que llegó con las migraciones europeas; persiste pese a los cambios introducidos a principio de siglo en nuestro país.
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Un día marcado por el calendario católico
El 8 de diciembre coincide con la celebración de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, una fecha muy importante dentro del calendario católico.
A partir del siglo XIX, la Iglesia promovió este día como el inicio simbólico del tiempo de preparación para la Navidad, lo que en muchas comunidades se tradujo en armar el árbol en esa jornada.
En países con fuerte tradición católica, como Italia, España y luego América Latina, el 8 de diciembre quedó instalado como el momento ideal para decorar la casa y comenzar formalmente la temporada navideña.
Un árbol que nació mucho antes de la Navidad cristiana
El uso de árboles perennes como símbolo no es cristiano en su origen.
En el norte de Europa, mucho antes de la cristianización, diversas culturas utilizaban ramas verdes durante el invierno como señal de resistencia, esperanza y renovación. Los germanos decoraban árboles durante el solsticio, celebrando el triunfo de la luz sobre la oscuridad.
Con la expansión del cristianismo, ese símbolo fue absorbido, reinterpretado y finalmente asociado al nacimiento de Jesús. Muchas de las típicas tradiciones navideñas vienen de la Navidad alemana.
La tradición que viajó a América con los inmigrantes
El árbol moderno —decorado, iluminado y acompañado de regalos— comenzó a expandirse desde Alemania al resto de Europa a partir del siglo XVI. En América Latina llegó a través de las migraciones europeas del siglo XIX y principios del XX.
En Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay, la fecha del 8 de diciembre se consolidó a mediados del siglo XX, especialmente por la influencia católica y por la necesidad de fijar un día que marcara el comienzo de las fiestas.

