¿Sabías que el té proviene de una sola planta? Todas las variedades conocidas nacen de la Camellia Sinensis. Dependiendo del nivel de oxidación y del procesamiento que se le dé a las hojas se obtienen los distintos tipos.
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Se cree que el origen del té está en las zonas del noreste de la India, norte de Birmania y suroeste de China. En el caso de China, hay constancia de que se lleva consumiendo desde hace más de 5.000 años. Hay varias leyendas sobre su origen: una de ellas cuenta que el emperador chino Shennong la descubrió por casualidad cuando una brisa veraniega llevó las hojas de la planta a su agua hirviendo. Por su parte, los budistas atribuyen el hallazgo a una de sus figuras más legendarias, el monje Bodhidharma.
En Europa el té llegó bastante más tarde: se cree que fue introducido mediante intercambios comerciales de neerlandeses o portugueses con China, y posteriormente extendido y popularizado por las élites monárquicas y aristocráticas: la princesa Catalina de Portugal, gran amante del té, lo llevó a la corte británica al casarse con el rey Carlos II en el siglo XVII.
Más allá de su historia y leyendas, conviene saber que únicamente existen 6 tipos de té, aunque luego existan muchas más variedades, que en realidad son mezclas entre esos diferentes tipos: blanco, verde, azul (oolong), amarillo, rojo y negro. Dependiendo del tipo, hay que prepararlo con el agua a una temperatura diferente: si es blanco o verde debería ponerse por debajo de 70º, pero si es azul o rojo es mejor que esté a una temperatura de entre 80 y 95º, y en caso de negro bien podéis calentar el agua hasta 100º o casi.
Cada té requiere de diferentes temperaturas. Ya que el proceso de fabricación es distinto, también la temperatura para prepararlos adecuadamente varía. Los blancos y verde necesitan de una temperatura alrededor de 65 C, mientras que los negros de 100 C.
El té es la bebida más consumida después del agua.
Las bolsas de té se inventaron por accidente. El comerciante de té Thomas Sullivan enviaba sus muestras en bolsas de seda que los clientes debían retirar antes de usarlas, pero al no saber esto colocaron el té con todo y bolsita. Para 1904 comenzó a comercializar las bolsitas de té en Nueva York.
Vía Animarte y CelestialSeasoning.