Los sindicatos y el Frente Amplio (FA) están observando con preocupación que su apuesta por hacer un referéndum contra la Ley de Urgente Consideración (LUC) está siendo frenada por la pandemia del covid-19. En estos momentos, hay una carrera contra el tiempo: ya se obtuvieron 252.720 firmas, pero antes del 9 de julio se deben llegar a las 700.000.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Las restricciones en la movilidad impiden la recolección de firmas, que, según los dirigentes, en cualquier otro momento sería más fácil de hacer ya que existe una “buena disposición” de la población en apoyar la causa.
Desde el FA las voces de alarma son aún más fuertes. El 12 de marzo, la mesa política cuestionó la “recolección enlentecida de firmas, el atraso logístico y la ausencia de referentes involucrados”.
El secretario general del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, y el presidente de la Federación Ancap, Gerardo Rodríguez, aseguraron, en diálogo con Caras y Caretas, que estos tiempos requieren que la militancia innove. Consideran que, si 5.000 militantes consiguen una firma por día, se llega al objetivo para el 9 de julio.
“Es sumamente complejo, porque una cosa es una recolección de firmas en una situación de normalidad y otra es en medio de la pandemia, en donde está aconsejado evitar las aglomeraciones. Es todo nuevo en ese plano. En otras campañas de recolección de firmas se desarrollaban los llamados desembarcos, iba una cantidad de gente, inclusive en ómnibus, para tal o cual localidad, y salían a recolectar firmas. Eso no lo estamos haciendo. Es una campaña diferente, mucho más de a uno. Mesas que tienen poca gente, formas de acción en los lugares de trabajo de nuestros militantes, muy de a uno, tratar de juntar las firmas sin desarrollar aglomeraciones es sumamente complicado”, afirmó a esta revista Abdala.
“La pandemia nos está complicando la posibilidad de hacer desembarcos masivos, lo que estamos encontrando es que hay mucha disposición a firmar y en realidad hay la percepción de que las firmas están, lo que tenemos como desafío es desde el punto vista organizativo para hacerle llegar a la gente la papeleta”, afirmó Rodríguez.
Aseguró que cuando se empezó con la campaña, ya se tenía poco tiempo porque se comenzó en enero, un mes en donde se paraliza el país. “Ahora tendríamos que estar en uno de los momentos más altos de la campaña. Estamos atravesando una situación muy compleja, que genera incertidumbre y miedo, que tiene que hacerse de forma responsable, hay cierta precaución a la hora de hacer las acciones que nos lleve a la recolección de firmas. Pero no tengo dudas que vamos a salir de esto y vamos a salir a las calles masivamente. Esperemos que esto se controle para que podamos llevar la campaña como la teníamos pensada. Hay un estado de mucha sensibilidad ante el covid-19, hay que tener mucho cuidado”, agregó.
Por su parte, Abdala aseguró que a pesar de que la campaña no es fácil, desde el Pit-Cnt están “confiados”. “El Pit-Cnt se dio el objetivo de anunciar que juntaba 300.000 firmas el primero de mayo y estamos confiados que se va a poder”, agregó.
Disposición de los uruguayos
Por su parte, Rodríguez afirmó que existe un “altísimo” porcentaje de uruguayos que están dispuestos a firmar. “Lo que se nos está complicando es abrir el abanico de militancia para poder recabar esas firmas, pero la voluntad está y eso es un punto muy importante. Lo que vemos es que desde el pueblo se constata mucho entusiasmo”, agregó.
“La gente rápidamente adhiere a la campaña cuando se le llega. El punto es mejorar la salida y la llegada a la gente, compartiendo que las direcciones deben ponerse al frente de la labor. Pero este no es un problema de direcciones sino de masas. Es decir, cuanta más gente salga a juntar firmas, aunque se junten pocas por día, llegamos al objetivo. Este es un problema de que todo el mundo tiene que hacerse cargo de la labor y los tres meses que faltan nosotros esperamos un estirón importante de la calidad de firmas”, aseguró Abdala.
Asimismo, Rodríguez afirmó que se tiene que “profundizar la campaña” y generar mayor cantidad de militantes movilizados. “Los dirigentes de todas las organizaciones que impulsamos el referéndum indudablemente vamos a tener que salir a la calle. No tengo duda que todos los sectores y partidos políticos del FA llegado el momento van a salir, por supuesto con la restricción de la pandemia. No tengo dudas que las voluntades están, pero estamos en una situación muy compleja en donde el tema de la pandemia conspira. Vamos a dejar todo a la cancha”, aseguró.
Desinformación
Además de la covid-19, hay otro elemento que conspira contra la recolección de firmas: el desconocimiento de la gente. Rodríguez afirmó que hay un “altísimo porcentaje” de desconocimiento de la LUC y que el objetivo de la campaña es que las personas puedan acceder a un caudal de información importante sobre el tema.
“Encontramos grupos de jóvenes que se acercaban y le planteamos lo de la LUC y decían que no tenían la más pálida idea de lo que era. Alrededor de siete u ocho personas de cada diez no sabían el contenido de la LUC”, advirtió.
El primer argumento de firmar es impulsar el acceso a la información y al conocimiento para que el pueblo decida en base a una discusión “profunda y democrática”, agregó.
“Si la LUC es tan buena, creo que no van a tener problemas en defender y fundamentar por qué se sigue adelante. Necesitamos que el pueblo habilite la discusión. Cuando un pueblo está informado, es mucho más libre. No podemos permitir que la pandemia impida la democracia en nuestro país”, expresó.
FA: «Nuestros principales referentes no están involucrados»
El 12 de marzo la mesa política del FA aseguró que no estaba viendo a sus “principales referentes involucrados” en la recolección de firmas. “Si no se ve a los referentes no se ve el compromiso, y si no se ve el compromiso la gente queda por el camino”, agregó.
“Debemos ir a construir las fortalezas que nos permitan conseguir 5.000 mil firmas por día. […] la logística es en donde hay un atraso importante […] El FA sabe cómo pelear en el territorio, tiene experiencia y, en tal sentido, se está realizando un trabajo de cercanías”, agregó.
Consideró que la izquierda debe romper el “cerco mediático”. “El FA debe tomar la iniciativa y, si el FA no lo hace, la situación se torna problemática”, advirtió.
Finalizando, agregó: “en este sentido, se exhorta a que en esta nueva etapa, más allá de lo que haga Organización en cuanto al trabajo de cercanía, se debe salir de los Comités, salir a la calle con los compañeros referentes en todas las Coordinadoras y Departamentales para realizar una fuerte contraofensiva en las próximas semanas”.
Según un informe realizado por el FA, esa fuerza política aportó casi 100.000 firmas contra la LUC, de las cuales 80.400 fueron juntadas por los comités de base y cerca de 16.000 por los sectores, publicó el diario El País.
El diputado Gerardo Núñez, del Partido Comunista (PCU), dijo a la diaria que “sin dudas hay que reforzar mucho más” la campaña de recolección, ya que queda la recta final “y es la más difícil”.
Por su parte, la actual senadora y exvicepresidenta, Lucía Topolansky, dijo a Caras y Caretas hace unas semanas que es necesario que la población comience a movilizarse. Consideró que el gobierno se acostumbró a que no exista ninguna presión social en contra de sus políticas y afirmó que fue un “año muerto”, sin movilizaciones, lo cual dañó al Frente Amplio.
“Entonces fue un año muy duro porque el movimiento social, sindical y político no tuvo otra forma de expresarse, no hay muchos medios que recojan sus mensajes […] Eso está faltando y tiene que venir, porque la gente no puede estar atada de pies y manos. Es una mordaza muy sutil pero efectiva. La impresión que da es de una gran concordia, pero es ficta […] Yo no me estoy imaginando escenarios como los de Chile o como los de Paraguay. Me imagino escenarios de la sana expresión política y social comprometida, con ideología y con todas esas palabritas que no les gustan”, expresó.
Las razones para firmar
La LUC, promulgada por el Poder Ejecutivo el 10 de julio de 2020, es una de las normas más importantes del actual gobierno, fue defendida por el presidente Luis Lacalle Pou por ser “buena, justa y popular”.
Sin embargo, desde la oposición se levantaron voces en contra y el FA advirtió que se perdieron derechos y libertades y que se legisló a favor de los más privilegiados.
El paquete de medidas contiene más de 400 capítulos y es considerado el buque insignia del gobierno.
La LUC incluye asuntos como la flexibilización de la legítima defensa policial, la regulación del derecho de huelga y la creación del Ministerio de Medio Ambiente.
Abdala consideró que el formato de la LUC inhibe el debate parlamentario, por lo que tiene que usarse para una ley “puntual y urgente”. “No puede usarse para una ley ferrocarril que tiene todo un proyecto de país. La gente desconoce la LUC porque el debate fue restringido”, agregó.
“En materia de seguridad establece con demasiada liviandad una cuestión que revierte la carga de la prueba, cuando se trata de la legítima defensa, que el problema es que se puede prestar para una mirada liviana nada más ni nada menos que sobre la vida humana”, advirtió.
En materia económica, en el momento que más se necesita una medida contra cíclica del estado, la LUC establece una regla fiscal que pone trabas a la inversión del estado para contener la emergencia social, explicó.
En materia de relaciones laborales, pone frenos al derecho a huelga y con respecto a las empresas públicas, “tiene una concepción privatista”, agregó.
“Parte de la base de considerar a las empresas públicas en vez de un factor de desarrollo del país, lo ve como un factor a pulverizar. En materia de derechos humanos, permite desalojos exprés para cualquiera que tiene dificultades en el pago del alquiler. En materia de educación, cambia la gobernanza en detrimento de la participación docente, en vez de la autonomía educativa”, reflexionó.