Por su parte, Hamas anunció este domingo por la noche la llegada a Egipto de su delegación, encabezada por Khalil al-Hayya, quien fue uno de los blancos del ataque israelí lanzado sobre un edificio de Doha a mediados de setiembre.
Mientras en Israel miles de personas se manifestaron en la noche del sábado a favor de un acuerdo de paz, los dos ministros más extremistas del gobierno siguen criticando el paso de Netanyahu, que la semana pasada durante su visita a la Casa Blanca cedió a las presiones y aceptó el plan de paz de Trump. “No podemos aceptar bajo ninguna circunstancia un escenario en el que la organización terrorista que causó la mayor calamidad al Estado de Israel reviva”, declaró el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir. “De ninguna manera participaremos en eso”, declaró el funcionario extremista, amenazando con abandonar el gobierno.
Liberación de rehenes
Una fuente de Hamas confirmó a la cadena saudí Asharq al-Awsat que la fase inicial de las negociaciones tendrá como objetivo abordar los preparativos y fijar las condiciones para la liberación de los rehenes israelíes que están hace casi dos años cautivos en Gaza. De ellos se presume que menos de 20 siguen con vida.
Otras fuentes de Hamas le dijeron al canal saudí Al-Sharq que sus principales demandas en las conversaciones incluirán el cese total de todas las operaciones militares israelíes, la retirada de las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel de las posiciones que ocupaban durante el acuerdo de rehenes firmado en enero, fuera de las zonas pobladas, y la suspensión de la actividad de la fuerza aérea y de drones durante diez horas al día, y 12 horas los días en que se realicen intercambios de prisioneros.
Según las fuentes, se espera que Hamas insista en que estas condiciones se mantengan durante las negociaciones, que podrían durar una semana o más.
Se espera que las conversaciones también aborden los criterios para la liberación de prisioneros palestinos que están detenidos en cárceles israelíes.