Durante su intervención en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible durante el 78 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, se pronunció con determinación y contundencia.
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Díaz-Canel comenzó destacando la necesidad imperativa de la voluntad política para asegurar que "nadie quede atrás" en un mundo que enfrenta una de las crisis más complejas de la historia moderna. En sus palabras, esta voluntad política es esencial para construir un futuro común.
El líder cubano reconoció la naturaleza "extremadamente crítica" de la coyuntura actual, caracterizada por el "examen de mitad de período de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible". Enfatizó que los desafíos actuales son numerosos y afectan especialmente a los países en desarrollo.
El Grupo de los 77 y China, bajo la presidencia pro tempore de Díaz-Canel, se ha centrado en la promoción del desarrollo sostenible y la aceleración de la implementación de la Agenda 2030 mediante acciones concretas e innovadoras.
El Presidente hizo un llamado urgente a reformar la arquitectura financiera internacional para corregir las injusticias históricas y brindar mejores oportunidades a las naciones y personas más vulnerables. Además, subrayó la importancia de recapitalizar los Bancos Multilaterales de Desarrollo para mejorar las condiciones de préstamo y satisfacer las necesidades financieras de las naciones en desarrollo.
Díaz-Canel no pasó por alto la responsabilidad de los países desarrollados, exhortándolos a cumplir sus compromisos pendientes en relación con la Ayuda Oficial al Desarrollo.
En su discurso, también hizo un llamado a la acción para abordar el cambio climático y respaldar a los países en desarrollo en la transferencia de tecnologías y la formación de recursos humanos. En cuanto al sistema de comercio internacional, abogó por la eliminación del unilateralismo y el proteccionismo, incluyendo las medidas coercitivas unilaterales.
Finalmente, Díaz-Canel enfatizó la necesidad de rechazar firmemente las medidas coercitivas unilaterales que violan los principios de la Carta de las Naciones Unidas y obstaculizan el desarrollo sostenible.
El presidente cubano concluyó su discurso con un llamado a la acción, recordando que estos reclamos han sido expresados en múltiples ocasiones por los líderes del Sur y subrayando la importancia de traducir estas palabras en acciones concretas para avanzar hacia un mundo más justo y sostenible.
Fuente: Con información de Granma
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