Una Casa Blanca “más Mar-a-Lago”
El salón de baile no es la única remodelación en curso. Trump, que hizo su fortuna en la industria de la construcción de Nueva York, ha iniciado una serie de cambios estéticos para acercar la mansión presidencial a la ostentación de su resort Mar-a-Lago en Florida.
El Despacho Oval fue recubierto de dorado “desde las estrellas del techo hasta las estatuas de la chimenea”, y las paredes ahora están llenas de retratos y una gran foto enmarcada de su ficha policial. En los jardines, el presidente mandó a levantar dos enormes mástiles con banderas y a pavimentar áreas verdes del Jardín de Rosas. Incluso prometió remodelar el baño del Dormitorio Lincoln “en un estilo más del siglo XIX”.
El nuevo edificio reemplazará el Ala Este, tradicionalmente ocupado por las oficinas de la Primera Dama. Aún no se ha informado adónde serán trasladadas esas dependencias. Una maqueta oficial muestra un edificio blanco con ventanales altos y molduras doradas, “en armonía con el cuerpo principal de la Casa Blanca”, según la descripción del propio Trump.
“Soy bueno construyendo cosas”
“Llevan más de 150 años queriendo un salón de baile en la Casa Blanca, pero nunca ha habido un presidente que fuera bueno en los salones de baile. Soy bueno construyendo cosas y vamos a construir rápido y a tiempo. Será hermoso, de primera calidad”.
Trump insistió además en que el nuevo pabellón “respetará totalmente el edificio existente”, aunque organizaciones de preservación histórica ya advirtieron que la demolición parcial del Ala Este compromete un patrimonio de 225 años.
Se espera que las obras estén terminadas antes del final de su segundo mandato, en 2029.