El presidente Luiz Inácio Lula da Silva termina su participación en la cumbre del G7 en Japón sin reunirse con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski.
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El 19 de mayo, el equipo del mandatario ucraniano había solicitado una reunión con Lula. El 21 de mayo incluso se preparó una sala de reuniones para el encuentro entre los mandatarios que no tuvo lugar por "incompatibilidad de agendas", anunció el Gobierno brasileño.
En una rueda de prensa, Volodímir Zelenski respondió con ironía cuando se le preguntó si estaba decepcionado por no haberse reunido con Lula.
"Creo que fue él quien se sintió decepcionado", respondió el presidente ucraniano.
Desde el Gobierno brasileño, por su parte, destacaron que habían propuesto más de un horario para hacer posible la reunión bilateral.
Como consiguiente, el enfrentamiento entre Lula y Zelenski puede tensar las relaciones entre los dos países. Fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores ya habían expresado su molestia por la "presión irrazonable" ejercida sobre Lula para que incluyera en su agenda una reunión bilateral con Zelenski.
La forma precipitada en que se planeó la reunión justifica su cancelación de última hora, subrayó a Sputnik el profesor adjunto de relaciones internacionales de la Universidad Federal Fluminense e investigador del Instituto de Estudios Estratégicos (INEST-UFF), Márcio Malta.
"A mi entender, es correcto no haber celebrado la reunión con los dirigentes ucranianos, dada la forma precipitada en que fue preparada (…) La política no se hace con presión, sino con diálogo", comentó Malta.
A su juicio, los informes de diplomáticos sobre el desconcierto que sufrieron para que se celebrara la reunión con Zelenski revelan "que hay un actor político detrás —Estados Unidos— presionando a Brasil".
"La política exterior brasileña tiene un comportamiento generalmente autónomo en su historia, no pasivo sino activo. Brasil cumple con su protagonismo que puede ser decisivo en las negociaciones para la conversación, el diálogo y la búsqueda de la paz, como ha declarado reiteradamente el presidente Lula", precisó el profesor.
A pesar del malestar causado por el desacuerdo entre los líderes, Malta cree que la participación de Lula en el G7 fue un éxito. El experto subrayó que la presencia del mandatario brasileño demuestra el peso y la importancia de Brasil. Como destaca el investigador, es el regreso del país a la escena internacional tras un largo paréntesis.
Fuente: Con información de Sputnik