El presidente del Sindicato Médico del Uruguay, José Minarrieta, explicó que desde el gremio médico “se observa con especial atención la labor de los profesionales en esos puntos bélicos”, al tiempo que recordó que la actividad se enmarca en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. Hospitales, ambulancias e integrantes de equipos sanitarios son blanco de ataques. “Tras estos ataques a los equipos de salud, además, hay gente que deja de recibir atención sanitaria. La masacre de la población civil y el ataque a los equipos de salud deben cesar”, indicó Minarrieta.
Médicos y un periodista en el lugar de la masacre
Quique Kierszenbaum fue el único periodista que expuso sobre el conflicto entre Palestina e Israel: “Dicen que la verdad es la primera víctima de la guerra”, dijo el periodista y fotógrafo que desde hace 28 años cubre el conflicto entre Israel y Palestina. “Si hay quienes creen que una parte miente y la otra dice la verdad, la propaganda ganó. Si el 7 de octubre hubo 2.200 muertos y 250 secuestrados pero creen que es una mentira, la propaganda ganó, y si no se cree el hambre en Gaza, la propaganda ganó”. Mi trabajo y el de mis colegas es traer testimonios y humanizar lugares donde se trata de deshumanizar”. Relató que el Comité de Protección de Periodistas contabiliza 184 periodistas muertos en Gaza. El penúltimo caso de muerte de periodista —ayer mataron a otro periodista— y otros 5 periodistas fue el asesinato de Anas al Sharif en las afueras del hospital Al Shifa, en Gaza. Vivían en una carpa al lado del nosocomio “porque creían que al lado de un hospital serían protegidos”, dijo Kierszenbaum. Añadió que “Israel presentó pruebas de que Al Sharif sería miembro del ala militar de Hamás pero presentó documentos que no pueden ser revisados por absolutamente nadie en forma independiente”. Kierszenbaum agregó que en esos mismos documentos se consigna “que en 2017 dejó de ser miembro del brazo militar luego de una explosión” y, por tanto, dijo el periodista, “no representaba un peligro en 2023 para las tropas israelíes y tampoco estaba armado”.
Kierszenbaum recordó que “matar a un civil es un crimen de guerra” y subrayó que “la situación en Gaza es realmente peligrosa, mientras Israel no deja entrar a la prensa extranjera. Los periodistas solo pueden entrar a Gaza con el Ejército que muestra lo que quiere mostrar y hay que pasar todo el material por la censura militar, por eso si verdaderamente quisieran mostrar nos dejarían entrar”. El periodista recordó el caso de 15 paramédicos enterrados junto con sus ambulancias: “Solo cuando se consiguió algo de información, el Ejército israelí permitió a socorristas recuperar los cuerpos pero en una de las ambulancias se encontró una cámara con la grabación del ataque, una prueba irrefutable que hace que Israel deba explicar lo que está pasando”. El periodista sostuvo que “la destrucción del sistema médico en la Franja es total y es un tema problemático para el futuro de Gaza porque ese problema va a perdurar muchísimos años”, dijo Kierszenbaum.
Destrucción de hospitales en Gaza
Por su lado, Raúl Incertis, médico español de la misión OMS en Gaza, quien recientemente llegó a España desde esa ciudad, dijo que desde octubre de 2023 “se atacó personal sanitario en el sur y en el hospital del norte, que era el único para pacientes traumáticos bombardeados. Recuerdo que recibimos en urgencias unos 12 rescatistas paramédicos para la protección civil atacados mientras recogían víctimas de un edificio bombardeado”. Contó que también el Ejército israelí destruyó el único hospital pediátrico. “Nunca había visto un hospital quemado y destruido, esto fue en setiembre de 2024. Me costaba encontrarle sentido inutilizar a un hospital. Cuando me trasladé al sur de Gaza también destruyeron el hospital de esa zona. ¿Qué necesidad tenían de arrasarlo?”, preguntó y relató que “para matar a un periodista que además había ingresado quemado al nosocomio, el Ejército israelí bombardeó toda la unidad de quemados. A la semana siguiente bombardeó el almacén del hospital, donde se guardan los insumos, fue un ataque con granadas y ráfagas interminables y mataron varios civiles”. Añadió que “el Ejército israelí secuestró a 70 trabajadores del hospital, la mitad finalmente fueron liberados y la otra mitad sigue con paradero desconocido. Los secuestrados fueron torturados por las tropas de Israel con palizas diarias, engrillados por horas, humillaciones con perros y violaciones, y todo esto porque el Ejército de ese país quería información, cosa que no lograron porque se trata de civiles trabajadores del hospital”. Incertis contó el caso de un instrumentista de 30 años “con un sentido del humor admirable y capacidad de trabajo… hace 4 semanas bombardearon su tienda en la zona humanitaria y lo mataron a él y a sus tres hijos, su esposa estaba internada en el hospital. El 24 de mayo atendí a un niño de 9 años quemado, en coma, brazo destrozado; resultó ser el único hijo sobreviviente de 9 hermanos en una casa bombardeada en dos oportunidades porque en la primera no se había logrado matar a todos. Los padres de esos niños eran médicos”.
“En total —siguió el médico de la OMS—, 1580 trabajadores sanitarios y 400 bomberos y rescatistas fueron hasta ahora asesinados por el Ejército israelí. Esta es la realidad de Gaza, donde existe desproporcionalidad y, sobre todo, intencionalidad”. En el encuentro también expuso la jueza Graciela Gatti, presidenta del Mecanismo Residual Internacional para los Tribunales Penales de ONU. Gatti dijo que “el derecho internacional humanitario tiene una función preventiva y el derecho penal internacional que se ocupa de los crímenes como genocidio tiene, precisamente, competencia para juzgar crímenes de guerra como el ataque a hospitales y personal sanitario, aunque solo para países que aceptaron su jurisdicción”. Graciela Gatti dijo que “se necesita la fuerza coercitiva de los Estados y de la opinión pública internacional”. El presidente del gremio médico, José Minarrieta, agradeció a la Asociación Médica Británica, a la Asociación Médica Mundial y a Médicos Sin Fronteras. Resaltó que “los médicos debemos ser voz y lo que queríamos era alejarnos de las posiciones binarias”.