Tras la devaluación aplicada por el gobierno argentino de un 118% a partir de este miércoles, el mileinazo llevó el tipo de cambio oficial a $800 por cada dólar, el precio de los combustibles volvió a subir hasta un 39% en los surtidores, aunque no fue lo único que aumentó porque tras el salto cambiario, se aceleraron las remarcaciones de precios en supermercados, que promedió el 40% en productos de almacén mientras que sumó otro 16% en las carnes rojas para completar desde el fin de semana un 65% en este rubro.
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La suba de los combustibles la inició Shell, pero pasadas las 21 hizo lo propio YPF , que concentra más del 50% del mercado de naftas y gasoil. Los incrementos que aplicó YPF promediaron los $185 por litro en las naftas y superaron los $200 en el gasoil.
El efecto mileinazo obedece al aumento del dólar oficial, que impacta directamente en el costo del barril de petróleo para todas las petroleras.
En los supermervados la carne empezó a venderse hasta a 10 mil pesos el kilo (mismo valor de exportación), los aceites comestibles triplicaron su valor y los proveedores suspendieron las ventas a grandes supermercados mientras meditan cuánto habrá de remarcación en góndola.
Para completar el panorama se confirmó que la quita de subsidios al transporte y las tarifas de servicios comenzará en enero, donde habrá aumentos muy significativos que disparará el precio del boleto mínimo de ómnibus.
Todo esto es lo que empezó a ocurrir en las 24 horas posteriores a los anuncios del mileinazo y es, además, lo que funcionarios de Hacienda les blanquearon a sectores empresarios: "absoluta libertad de precios, ése es el gran cambio de la economía argentina".
Desde que Milei ganó el balotaje, las remarcaciones en góndolas superan el 100 por ciento y en la última semana las listas que llegaron sumaron aumentos de hasta el 60 por ciento.