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Dicho informe destaca que capturar a los HVT no es necesariamente una opción deseable desde la perspectiva de la CIA. Basándose en la captura de Nelson Mandela con ayuda de la CIA y en la condena de 27 años del líder del partido Congreso Nacional Africano (CNA), que éste cumplió en una prisión del Apartheid, el informe concluye:
"La captura de líderes puede tener un impacto psicológico limitado en un grupo si los miembros creen que los líderes capturados acabarán regresando al grupo [...] o si esos líderes son capaces de mantener su influencia mientras están bajo custodia del gobierno, como hizo Nelson Mandela mientras estuvo encarcelado en Sudáfrica. (S//NF)".
Es decir, que el éxito de Nelson Mandela demuestra que es mejor asesinar a los líderes "insurgentes" (no pro-estadounidenses) que encarcelarlos.
Los asesinatos por medio de ataques con aviones no tripulados se intensificaron hasta alcanzar un máximo histórico un año después de la redacción del informe de la CIA. Según las conclusiones de la Oficina de Periodismo de Investigación, ese año murieron 751 personas en ataques con drones, frente a 471 en 2009 y 363 en 2011.
Basándose en la experiencia de los programas de asesinatos en Tailandia, el informe advierte que los asesinatos de HVT "pueden captar la atención de los responsables políticos y los planificadores militares hasta el punto de que un gobierno pierda su perspectiva estratégica sobre el conflicto o descuide otros aspectos clave de la contrainsurgencia".
(En base a MisiónVerdad)