¿Por qué hay guerra en el Congo?
El Congo enfrenta un conflicto prolongado que combina problemas históricos, étnicos, políticos y económicos. Desde su colonización por parte de Bélgica hasta las guerras contemporáneas, este país ha sido el escenario de violencia y explotación que continúa afectando a su población.
Durante la colonización belga, especialmente bajo el régimen de Leopoldo II (1885-1908), el Congo fue explotado brutalmente, dejando un legado de desigualdad y pobreza. La independencia en 1960 trajo consigo inestabilidad política, exacerbada por el dictador Mobutu Sese Seko, quien gobernó durante más de 30 años. Además, el genocidio en Ruanda (1994) desestabilizó aún más la región, ya que los perpetradores hutus huyeron al este del Congo, intensificando las tensiones.
El este del Congo es actualmente el epicentro de la violencia. Desde las llamadas “guerras mundiales africanas” (1996-2003), que involucraron a varios países vecinos, hasta los enfrentamientos actuales, esta región se ha caracterizado por:
• La presencia de más de 120 grupos armados, incluyendo el M23, una facción que, según acusaciones del gobierno congoleño, recibe apoyo de Ruanda.
• La explotación ilegal de minerales como el coltán, oro y diamantes, que financian a estas facciones.
• Tensiones étnicas históricas entre comunidades locales.
Uruguay mantiene actualmente más de 750 efectivos en la RDC como parte de la MONUSCO, consolidándose como uno de los mayores contribuyentes de fuerzas de paz en el mundo. A pesar de las adversidades, el contingente uruguayo reafirma su compromiso con la misión y enfrenta una de las crisis más complejas de África.
Mientras tanto, las tensiones entre la RDC y Ruanda aumentan, con acusaciones mutuas sobre el apoyo al grupo M23. En el ámbito internacional, la ONU y otros actores enfrentan el desafío de mediar en un conflicto que amenaza con desestabilizar aún más la región de los Grandes Lagos.