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Cultura y espectáculos

NUEVO LIBRO DEL MUSICÓLOGO GUSTAVO GOLDMAN

“Negros modernos”: un documentado análisis sobre la cultura afrodescendiente de fines del siglo XIX

Por R.T.
El miércoles 31 de julio, a las 19 horas, el musicólogo Gustavo Goldman presentará su último libro, “Negros modernos: asociacionismo político, mutual y cultural en el Río de la Plata a fines del siglo XIX”, en el Centro Cultural de España; se trata de un estudio que arroja luz sobre prácticas y tramas simbólicas de la comunidad negra tanto en Montevideo como en Buenos Aires.

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Pese a la exigua producción de la musicología local -una disciplina que está casi al borde de la extinción-, hay nombres como los de Gustavo Goldman que marcan una diferencia. Y en este caso particular, tal diferencia resulta de una original conjunción de vocación por la investigación, pasión musical y una escritura transparente, directa, pero que se desmarca de las narrativas sobre fenómenos musicales plagadas de anécdotas, autorreferencias -la mayoría en clave roquera-, y de escasa potencia analítica, que han llegado a las librerías locales en los últimos años.

Musicólogo y Magíster en Ciencias Humanas por la Universidad de la República, Goldman ha dedicado buena parte de su labor investigativa a las prácticas y tramas simbólicas que configuran la identidad de la comunidad de origen africano en Montevideo. A partir de esta línea de trabajo, ha publicado los libros “Candombe: Salve Baltasar! La fiesta de reyes en el barrio sur de Montevideo” (2004), y “Lucumba: herencia africana en el tango 1870-1890” (2008), además de numerosos textos sobre temáticas puntuales en obras colectivas y revistas especializadas de Uruguay, Argentina, España, Cuba y Francia.

Como resultado de varios años de investigación para su tesis de maestría, este año lanza a través del sello Perro Andaluz el libro “Negros modernos: asociacionismo político, mutual y cultural en el Río de la Plata a fines del siglo XIX”. Esta edición se presentará este miércoles, a las 19 horas, en el Centro Cultural de España, con la participación de Tomás Olivera Chirimini, Jorge Chagas, la musicóloga Adriana Santos y Ángel Atienza de la editorial Perro Andaluz.

En las siguientes líneas, Goldman repasa el trabajo realizado para dar forma a este libro y sintetiza algunos de sus principales nudos conceptuales.

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Además de su dedicación a la investigación musicológica, Goldman ha incursionado en la composición e interpretación en campos de la música popular, la música aplicada al teatro, y, en los últimos años, en la interpretación de la llamada música antigua. Foto: A.L.

¿Cuándo iniciaste la investigación que sostiene el contenido este nuevo libro?

Esta investigación fue parte de los trabajos y de la tesis de maestría que luego fue revisada y corregida, aunque ya tenía un importante acopio de materiales que había recogido durante mis trabajos anteriores. En sí el proceso de este libro comienza en el 2010, más o menos. Significó un importante trabajo de archivo tanto en Montevideo como en Buenos Aires, muchas horas de búsquedas, lecturas y análisis.

¿Por qué “Negros modernos”? ¿Esto guarda alguna relación con las formas de institucionalización, de organización, gestadas por las comunidades negras en Montevideo y Buenos Aires? ¿Cuáles serían los rasgos que aquí, en tu trabajo, definen lo moderno?

En mis trabajos anteriores sobre la música de la población afrodescendiente había planteado la no pertinencia de hablar de los afrodescendientes como si hubiesen sido un grupo homogéneo. Este estudio centra su atención en los sectores sociales de afrodescendientes que a fines del siglo XIX, en especial a partir de la década de 1870, se propusieron participar de manera activa en la sociedad y en la construcción de la nación. La participación en la vida política republicana, la instrucción, la salud, el trabajo y la cultura fueron temas centrales en este contexto que estudié y que tienen que ver con lo que se puede denominar modernidad capitalista. Estamos en un momento crucial y complejo. Por un lado estas repúblicas construían imaginarios apartados del antiguo régimen y de a poco consolidaban la idea de una nación, y por otro lado se consolidaba la economía capitalista. La idea de modernidad vinculada al progreso, al mundo letrado, a una idea de civilización, al mundo del trabajo y al ejercicio de la ciudadanía aparecen recurrentemente en la prensa de estos sectores de afrodescendientes. Es decir, la idea de modernidad y progreso impactó fuertemente en un grupo de negros montevideanos y porteños. Uno de los rasgos de esta idea de sociedad fue un cambio en las formas asociativas que se multiplicaron y especializaron. Aparecieron clubes recreativos, políticos, mutuales, etcétera.

¿Qué se entiende en este marco por “sociabilidad asociativa”?

El concepto es de Maurice Agulhon. Además de la vida social, de las relaciones que establecemos cotidianamente con los amigos, los vecinos, en el trabajo, formamos también parte de asociaciones. Decido voluntariamente pertenecer a un club o una asociación determinada que persigue ciertos fines. La caída del rosismo trajo aparejado cambios en las formas de asociacionismo voluntario. Investigadores argentinos como Pilar González Bernaldo de Quiróz, Hilda Sábato, y otros han abordado el tema del asociacionismo en Buenos Aires en ese período y anteriores. En Buenos Aires se da una explosión asociativa en la década de 1860 y en Montevideo casi una década después. Mi atención estuvo puesta en las diferentes prácticas asociativas de las que participaron voluntariamente los negros porteños y montevideanos y las relaciones que se establecieron cruzando el Río de la Plata. Clubes políticos, mutuales (sociedades de ayuda mutua para el socorro económico y sanitario) y el recreativo (asociaciones de baile, comparsas de carnaval) son parte del universo estudiado. Este nuevo asociacionismo comenzó a sustituir al asociacionismo de tipo étnico (salas de nación) y el devocional (cofradías). A través de la documentación que pude rastrear de estas nuevas asociaciones (crónicas, actas, reglamentos, avisos, etc.) y pude establecer sus características, quiénes las componían, sus relaciones con otras asociaciones locales y particularmente con las de afrodescendientes porteños. Uno de los temas centrales fue establecer también quienes no formaban parte. Se dio un proceso de construcción de la alteridad muy importante. Algunos grupos de negros montevideanos y porteños plantean con claridad en este momento histórico la diferenciación con los grupos que participaban de las salas o sociedades africanas.

¿Qué desafíos te planteó esta investigación en lo metodológico, en el trabajo con las fuentes?

En primer lugar el desafío estuvo en ubicar claramente el tema de estudio y su acotación temporal. A nivel metodológico, tener conciencia de qué tipo de fuentes estaba utilizando; quiénes escribían, a quiénes estaba dirigido, y los posibles prejuicios que se podían manejar. En general la prensa de estos grupos letrados de afrodescendientes estuvo vinculada a momentos electorales y al apoyo a algún candidato. Esto significó constantes cruces entre la prensa afro, que se hace muy visible en la prensa afroporteña. En el caso de Montevideo se me hizo necesario salir a buscar las diferentes opiniones en la prensa partidaria en especial durante las elecciones del año 1872. La lectura de la prensa de la época, de las publicaciones y de la documentación en general van haciendo que uno comience de a poco a vislumbrar cómo funcionaban las cosas pero siempre con el cuidado necesario para no terminar reproduciendo prejuicios del momento ni caer en anacronismos y en prejuicios propios de la tarea del investigador que estudia el pasado desde el presente. Por ejemplo, yo investigaba el impacto que las ideas de progreso y modernidad tuvieron en ciertos sectores de negros (así eran designados en ese tiempo) en un momento histórico determinado, y no tenía que confrontar esas ideas con lo que yo pienso sobre la modernidad y el progreso. Otro tema metodológico y también conceptual fue el aprender a leer entrelíneas o a leer lo omitido, lo que no aparece. Es tan importante lo que se dice como lo que especialmente no se menciona pero que está.

¿Y en el plano conceptual, teórico?

A nivel teórico pero con fuerte vinculación con la metodología a emplear se me plantearon varios desafíos. Primero, el de tratar de establecer y explicar la complejidad de los procesos de construcción de la alteridad y las múltiples facetas de la subalternidad y la hegemonía. Explicar varias cosas que se superponen en un mismo momento histórico y que involucran a un sector de la sociedad no es una tarea sencilla. Hacer ver esa complejidad y heterogeneidad de manera clara no fue sencillo. Una discrepancia que mantengo con muchos trabajos sobre los afrodescendientes es la homogeinización de la que siguen siendo objeto como si existiera una manera de pensar y de actuar particular y única. La investigación me permitió comprender que estos procesos a su vez se superponen y las personas participan en ámbitos que parecían antagónicos. Ahí estuvo lo más interesante. En un momento de cambios importantes a nivel de la sociedad en su conjunto así como en los sectores de afrodescendientes, las tensiones y contradicciones se hacían notorias hasta a nivel individual. Un ejemplo interesantísimo que encontré fue el caso de un local en la calle Ibicuy en el que funcionaban al mismo tiempo una sala de nación, un club recreativo y una sociedad carnavalesca. Esa transición se daba en un mismo lugar y hasta con las mismas personas. Otro desafío que se me planteó fue establecer el vínculo entre el asociacionismo, el territorio y la producción simbólica, entendiendo a las asociciones como un lugar de privilegio para el estudio de la participación de estos grupos y a la ciudad como un espacio a ocupar. Partiendo de los trabajos de Pilar González Bernaldo, Lea Geler y Norberto Pablo Cirio para el caso de Buenos Aires y de mis trabajos para Montevideo pude establecer -aunque falta acercarse más acá en el tiempo- algunas diferencias que pueden explicar la fuerte presencia simbólica de la poblacion de origen africano en los barrios del sur de la ciudad de Montevideo (Sur y Palermo) y de la dispersión y ocultamiento que se dio en Buenos Aires.

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