En una declaración emitida este viernes, el PC consideró que la creación del Foro para el desarrollo de América del Sur “da la espalda a todos los históricos esfuerzos que las naciones y pueblos han hecho en décadas, para construir un sistema de integración institucional en los marcos del derecho internacional y fortalecer el bilateralismo y multilateralismo en nuestro continente”.
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Advierte este texto que no se trata solo de un ataque frontal contra la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), sino también contra la CELAC, el ALBA; la Comunidad del Caribe e incluso el Mercosur.
Añade que los gobernantes reunidos en Santiago de Chile debilitan el intento de avanzar hacia un bloque de naciones integrado, que reconoce sus asimetrías, sin la presencia tutelar y dominante de los Estados Unidos y optan por favorecer a las grandes transnacionales y debilitar la fortaleza que puede dar un bloque de naciones integradas, que se relaciona con otros bloques y potencias del mundo, en el marco de un multilateralismo creciente.
La declaración del Partido Comunista de Chile denuncia que al mismo tiempo, violentan el consenso de declarar a nuestro continente zona de paz y buscan en cambio legitimar intervenciones militares que, necesariamente, podrían venir de Estados Unidos y sus aliados en la región.
Asimismo rechaza la presencia del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro “que ha declarado en forma explícita su odio a las minorías; a los pueblos originarios; a las mujeres; y desprecio a quienes han sido víctimas del terrorismo de estado e instiga las peores acciones atentatorias en contra de los derechos humanos”.
La declaración denuncia además la pretensión del gobierno de Chile de involucrar al país en aventuras intervencionistas dirigidas hacia otro estado y país hermano, y estimular la confrontación y el conflicto dentro del propio país al ofrecer ‘visa democrática’ a exmilitares que hoy activamente llaman al derrocamiento y a la violencia en Venezuela.
La propuesta de los comunistas chilenos plantea, “sigue siendo el respeto a la soberanía y a la autodeterminación, doctrina que Salvador Allende fortaleció cuando gobernó Chile, y la paz y el diálogo como instrumento para la solución política de las diferencias”.
Asimismo exige al presidente Sebastián Piñera, quien fue el primer Presidente Pro Tempore de la CELAC, “honrar ahora el consenso, sin la presencia tutelar de Estados Unidos, de declarar y defender nuestra América como una zona de paz”.