La reciente decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de atacar tres bases nucleares iraníes ha generado una condena generalizada en el espectro político estadounidense, abarcando desde el ala izquierdista de la oposición hasta figuras cercanas al propio Gobierno.
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Voces demócratas como la representante Alexandria Ocasio-Cortez calificaron la acción como una "grave violación de la Constitución" y "motivo absoluto y claro de juicio político", advirtiendo sobre el riesgo de una guerra prolongada. En la misma línea, el senador Bernie Sanders comparó la situación con invasiones pasadas, criticando la posibilidad de que EE. UU. se vea arrastrado a un conflicto con consecuencias trágicas. El senador Adam Schiff, por su parte, cuestionó la falta de pruebas de inteligencia que justificaran la intervención.
Sorprendentemente, la oposición no se limitó a los demócratas. Algunos legisladores republicanos cercanos al movimiento "America First", a pesar del respaldo de las principales figuras del partido, también expresaron su desacuerdo. El representante Thomas Massie afirmó que la acción no se alineaba con el lema de campaña de Trump, mientras que Marjorie Taylor Greene enfatizó que "esta no era nuestra guerra", reiterando su postura contra las intervenciones militares en el extranjero.
Este panorama revela una inusual convergencia de críticas a la política exterior de Trump, destacando la preocupación bipartidista por las implicaciones de un conflicto con Irán.
(Con información de Sputnik)
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