Giovio comparó la situación de Conexión Ganadera con otros fraudes financieros de gran escala, como el de Bernard Madoff, y advirtió sobre los riesgos de los modelos de inversión que prometen pagos fijos sin contar con ingresos igualmente estables.
Un panorama sombrío
Contratado por la empresa el 6 de enero, Giovio brindó su perspectiva sobre el futuro de Conexión Ganadera en un informe en el que concluyó que, aunque el negocio comenzó en 1999 como un proyecto "viable y posible", las pérdidas lo llevaron a depender de la captación de más inversores para sostenerse, lo que terminó derivando en un esquema Ponzi.
"Seguramente inició como un proyecto viable, pero en un momento las pérdidas lo llevaron a un esquema de búsqueda de más inversores y de otras alternativas más rentables que la inversión ganadera. Al final, sin haber iniciado de esa forma, termina en la situación actual con un sistema de características similares a un esquema Ponzi. Todo esquema Ponzi arranca con pagar fijo y recibir variable", resumió el contador.
Además, cuestionó la suspensión de la reunión virtual de la semana anterior, ya que, según él, esa decisión aumentó la incertidumbre entre los inversores y aceleró las denuncias penales y los pedidos de concurso. En este sentido, enfatizó la "necesidad de que la empresa entre en concurso a la mayor brevedad posible", un proceso que la dirección de la firma aún no ha decidido llevar adelante.
Explicaciones sobre las pérdidas
Giovio analizó las razones que llevaron a la empresa a esta crisis y cuestionó que se asegurara una renta fija en un negocio basado en un producto de renta variable. Entre 2020 y 2023, las pérdidas superaron los 50 millones de dólares.
Además, Conexión Ganadera intentó diversificarse en otros rubros y creó empresas asociadas en busca de rentabilidad, debido a la insuficiencia de la capitalización ganadera para cubrir los compromisos asumidos con los inversores.
Otro punto crítico señalado por Giovio fue la falta de controles y auditorías. En su informe, denunció un "proceso de deterioro" en la información contable, con registros deficientes que hacen "inauditable" la realidad económica de la firma. Según detalló, los balances contables que encontró no reflejan la operativa de 400 millones de dólares que manejaba la empresa.
Ante la falta de documentación y registros contables mínimos, Giovio aclaró que la información brindada a los inversores se basó principalmente en afirmaciones de la dirección de la empresa.
"Hubo pérdida de foco en el negocio, se sumaron negocios en procura de atender liquidez inmediata y en búsqueda de más rentabilidad (más riesgosos), el sistema de información era restringido, hubo falta de controles, mala calidad de la información y además concentrada en pocas manos", concluyó.