El senador Mario Bergara realizó una evaluación de lo que fue el año 2022 para el país y consideró que lamentablemente el gobierno "mostró que tiene un collar de perlas en materia de escándalos".
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Consideró incomprensible el envío exprés del pasaporte a un narcotraficante que estaba preso en Dubai. "Y como si eso fuera poco, ahora tiene en el caso Astesiano la frutilla de la torta".
"Entonces el gobierno no está resolviendo lo económico, no está resolviendo lo social, no está resolviendo la seguridad, no está avanzando en temas de la salud, en la vivienda, no avanza en la educación; y tiene todos estos escándalos y bochornos que lo erosionan. Y que lamentablemente algunos de ellos también erosionan la credibilidad del país en el exterior", subrayó.
Analizando lo que sucedió desde el comienzo del año, el legislador frenteamplista consideró que el 2022 inició con una muy importante militancia social de cara a lo que fue el Referéndum en el mes de marzo.
"Si bien no logramos derogar los 135 artículos de la LUC, que buscábamos anular, fue un golpe para el gobierno. El gobierno estaba convencido de que ganaba ese referéndum al galope, y terminó cabeza a cabeza, y fue una señal política y un golpe político que el gobierno sintió. Se notó inmediatamente con su reacción, con su agresividad hacía el movimiento popular y hacía el Frente Amplio", indicó.
"También ahí comienza un proceso de declive de la popularidad del gobierno, que sin duda tiene que ver con un proceso económico y social, en donde claramente queda al desnudo, una vez pasada la pandemia, que el gobierno no está resolviendo los grandes problemas de la sociedad uruguaya. Unas circunstancias donde una economía que ha crecido, pero que el fruto de ese crecimiento se lo apropian concentradamente los sectores más privilegiados, los “maya oro”", agregó.
Caída salarial
Bergara puntualizó que el período que concluye "es otro año de caída salarial, de caída de pasividades, de caída de ingresos en la inmensa mayoría de la población; con los temas sociales muy mal resueltos ya desde la pandemia, nosotros discutimos en la pandemia que el gobierno debía y podía haber volcado más recursos para evitar que decenas de miles de uruguayos y uruguayas cayeran en la pobreza; y miles y miles de compatriotas tuvieran que ir a buscar un plato de comida a las ollas populares, esta circunstancia realmente también es algo que hiere sensibilidad de la sociedad uruguaya".
"Tenemos también, que pasada la pandemia, la situación de inseguridad volvió a recrudecer, dándonos lamentablemente la razón a quienes decíamos que la baja de delitos en los años anteriores se debía a los impactos de la pandemia, y no a la LUC o al cambio de mando digamos en la estructura policial; que era el argumento que utilizaba el gobierno para decir que se estaba venciendo a la delincuencia y que podrían volver las carteras. Lamentablemente, obviamente, la situación ha empeorado enormemente en materia de seguridad; y eso también, la sociedad uruguaya ve que el gobierno no resuelve un tema que era uno de sus caballitos de batalla", añadió.
Por otro lado, además de lo económico, lo social y lo de la seguridad, el senador indicó que el gobierno no avanza en promesas, "al contrario, incumple sistemáticamente casi todas sus promesas, y tiene además un collar de perlas en materia de escándalo. Lo cual está teniendo un impacto acumulativo en ese declive de la popularidad del gobierno, que está llegando a los niveles más bajos desde que se inició, hoy en las encuestas está aproximadamente 20 puntos abajo, que a principios de año".
"Y eso se acumula con cosas que ya venían de años anteriores; como la entrega inconstitucional, ilegal, violando todos los procedimientos, incurriendo en delitos, del monopolio en el puerto de Montevideo por 60 años. Que también se asocian a las irregularidades en el Ministerio del Interior, que obviamente costó la caída del ministro Cardoso. Que se asocian también a la confesión del presidente de que se toman decisiones a base de reclamos de intereses privados, de intereses particulares; el caso del tabaco, el caso de UPM", observó.
Marset y Astesiano
Con referencia a los escándalos que enfrentó este año el gobierno de Lacalle Pou, el senador Mario Bergara hizo hincapié en el incomprensible envío exprés de pasaporte a un narcotraficante, Sebastián Marset, que estaba preso en Dubai.
"Y ahora tiene en el caso Astesiano la frutilla de la torta, un cúmulo que no para, de actos delictivos a partir de los chats del celular de Astesiano, en un caso donde el Ejecutivo ha reaccionado mal".
"El gobierno primero trató de minimizarlo, el presidente hablaba de un funcionario intachable; pero que fue quedando claro que el presidente es responsable de haber puesto a un delincuente en un lugar de poder, aún cuando había sido advertido por sus correligionarios y que estarían ocurriendo un montón de actos delictivos en las narices de la presidencia. En particular del prosecretario de la presidencia, que es el responsable político de la custodia presidencial, y en el Ministerio del Interior, donde aparece involucrado una parte importante de la cúpula policial y en las propias narices del ministro del Interior. Ministro que ni siquiera es capaz de suspender preventivamente en sus funciones a todos aquellos que están siendo indagados", añadió.
Puntualizó que este “collar de perlas” en materia de escándalos "también erosiona la credibilidad del gobierno, erosiona su popularidad y eso también se va reflejando".
"Por su parte, la oposición se ha parado más nítidamente, pasada la pandemia y después del referéndum, en un talante de oposición bien nítido a las políticas regresivas de este gobierno. El Frente Amplio se ha parado con su nueva conducción política que emergió de las elecciones de fines del año pasado, que evidentemente le ha hecho muy bien a la fuerza política; y también comenzando a visualizar que el futuro no es solamente combatir las políticas regresivas del gobierno, sino también volver a mostrarle a la sociedad uruguaya que es la alternativa imprescindible para volver a gobernar a favor de las grandes mayorías nacionales", concluyó.
Destacó también como algo muy positivo, la resistencia de las organizaciones del campo popular ante la ofensiva en contra de los trabajadores y recalcó lo que significó también los efectos de la pandemia. "Esto todavía no se ha analizado en profundidad, por lo que representó no solo para nosotros, sino para el conjunto de la humanidad".
"Yo creo que lo más importante del año fue, tanto el año anterior la recolección de firmas, como este año toda la campaña por la votación", agregó.
En cuanto a las expectativas para el 2023 consideró que se espera que también sea muy difícil. "Estamos en un momento sumamente preocupante desde el punto de vista de la corrupción, donde el todo tema Astesiano, está haciendo tambalear la imagen del gobierno. Que la pudo sostener gracias al blindaje de la pandemia, pero ahora tiene que gobernar, y cuando tiene que gobernar realmente y sin pandemia, aparece esta vergüenza nacional que no sabemos en qué va a parar. Y a eso hay que agregar que por delante, tenemos la gran pelea que hay que dar contra la reforma jubilatoria", concluyó.