Francisco Legnani, proclamado como candidato único a la Intendencia de Canelones por el Frente Amplio (FA) , se enfrenta al desafío de dar continuidad a los logros alcanzados por las últimas administraciones del departamento. Con una propuesta que combina experiencia y renovación, Legnani pone el foco en temas que preocupan profundamente a la población canaria, como la movilidad, el saneamiento, la seguridad alimentaria, la generación de empleo y la atención a las mujeres que sufren violencia de género.
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En diálogo con Caras y Caretas, Legnani detalló sus prioridades para el próximo quinquenio en caso de ser electo, destacando su visión para ampliar la infraestructura, consolidar avances en limpieza y sostenibilidad, y fortalecer la captación de inversiones privadas. Además, aborda cuestiones clave como la situación financiera de la Intendencia, la carga tributaria y el debate en torno a los barrios privados, con un enfoque que busca equilibrar el desarrollo económico y la equidad territorial.
En caso de ser electo como intendente de Canelones, ¿cuáles serían las prioridades de su gestión?
Una de las prioridades es continuar desplegando el plan de iluminación, de 11.000 luminarias pasamos 80.000, y nuestro objetivo es alcanzar las 95.000 o 100.000. También vamos a realizar obras de infraestructura nuevas en los 30 municipios, que ahora son 32, así como lo desarrollamos en el período pasado. Por otro lado, vamos a llegar a las 150.000 familias compostando en domicilio; este periodo va a finalizar con 90.000. Realizaremos una fuerte apuesta al turismo en Atlántida. Actualmente, tenemos 100 bajadas a la playa y nos planteamos llegar a las 150 en el quinquenio que viene. Otro objetivo es duplicar el servicio de atención a las mujeres que sufren violencia basada en género, actualmente contamos con dos centros. El tema de la movilidad es otra de las prioridades, para la que apostamos a una fuerte coordinación con el Gobierno departamental de Montevideo y, por supuesto, con el Gobierno nacional. Nosotros tuvimos un intendente, actual presidente electo, que conoce de memoria el departamento de Canelones y sus necesidades, así como una ministra de Transporte y una subsecretaría que salieron de la gestión de Canelones y que también conocen de memoria cuáles son los lugares en los que el departamento necesita infraestructura.
En Canelones se triplicó la gente en situación de calle. En el último quinquenio atendimos 52 comedores, donde unas 25.000 familias reciben alimentos. En tal sentido, nos comprometemos a trabajar para reducir ese guarismo, apostando a una coordinación desde el minuto cero con el Ministerio de Desarrollo Social. Entendemos que el aumento en las cifras, al igual que pasó en Montevideo, se explica por la ausencia de políticas sociales a nivel nacional.
Otro tema prioritario es el saneamiento, dado el importante déficit existente, que afecta a menos del 30 % de todo el departamento. A pesar de esto, durante la ejecución del saneamiento en la Ciudad de la Costa se logró un notable avance, con una inversión de 60 millones de dólares en los dos períodos anteriores. Entonces, esa es otra de las apuestas fuertes: trabajar con OSE y buscar los mecanismos para aumentar el porcentaje, teniendo en cuenta que la población aumentó un 20 % en 20 años. Vaya desafío el tema de aumentar ese nivel.
También continuaremos trabajando en nuestro sistema de recolección de residuos para mantener o mejorar la aprobación que tenemos en limpieza, que es un tema crucial para todo departamento. Otros temas importantes son aumentar las fuentes de trabajo, la cultura, el deporte y el fútbol infantil.
Para cumplir con todos esos objetivos se necesita presupuesto. ¿Cómo describiría la situación financiera de la Intendencia?
La Intendencia de Canelones, desde el año 2013 a la fecha, viene presentando superávit, lo que permite tener las cuentas equilibradas. El último fideicomiso fue financiado por el Banco República, que no financia aventuras, que te estudia hasta de canto. Contábamos con un informe de la calificadora de riesgo Care, que concluyó que el riesgo era nulo o casi nulo. Teníamos una autorización de la Junta Departamental para contraer un préstamo con una tasa de interés de un 7 % con un pago a 20 años. Lo cerramos con una tasa de 4,5 % con un pago a 15 años. Siempre que fuimos a emitir en bolsa, en otro fideicomiso tuvimos una oferta por el doble de lo que efectivamente emitimos. Eso habla de la credibilidad que tiene el Gobierno de Canelones en el sistema financiero y que posibilita obtener este tipo de instrumentos.
El primer fideicomiso que tramitó la Intendencia de Canelones, que fue en el primer gobierno de Marcos Carámbula (2005), no fue para hacer obras, sino para poder pagar la deuda heredada, porque no tenía crédito en ningún lado. Ese fideicomiso se termina de despegar en 2026. Entre todos los fideicomisos, tenemos comprometidos el 14 % de los ingresos de la Intendencia Canelones. Entonces, condiciones financieras para utilizar esta herramienta tenemos, hay que ver si se dan las condiciones políticas, para lo que se requiere mayoría de 21 votos.
Yamandú [Orsi] tomó una decisión que, a mi juicio, estuvo muy bien resuelta: crear la Agencia de Promoción a la Inversión. Esta agencia vino a dar una solución clave para Canelones, considerando su gran potencial. Antes, los proyectos de inversión ingresaban por distintas ventanillas, lo que generaba demoras e incluso la pérdida de iniciativas en el tiempo o en las oficinas. Con la Agencia de Promoción a la Inversión, que opera en el Parque de la Ciencia, se estableció una ventanilla única para centralizar todos los proyectos. Cada viernes, un grupo multidisciplinario analiza las propuestas y les da seguimiento personalizado hasta que el emprendimiento comienza a funcionar. Además, se asesora a quienes presentan los proyectos para que ingresen a la Intendencia con la menor cantidad de observaciones posible, asegurando un trámite rápido y eficiente. Gracias a esta herramienta, Canelones logró captar 5.481 millones de dólares en inversiones inmobiliarias, logísticas, comerciales e industriales en el último quinquenio. Esto significa más trabajo y mayores tributos. De hecho, en los últimos cinco años, Canelones fue el departamento que más cotizantes nuevos aportó al BPS, con 26.300 personas. Entonces, entendemos que en la medida de que haya inversión privada, de que las cuentas de la Intendencia se mantengan equilibradas, el desarrollo va a seguir con este ritmo acelerado que viene teniendo, que se empezó a ver en los últimos 10 años pero que fue precedido por una década de intenso trabajo administrativo, donde había muchos proyectos en los escritorios, pero poco en el territorio debido a la falta de recursos. La realidad cambió gracias a ese proceso acumulado, lo que yo llamo un "proceso de acumulación positiva" de 20 años.
Uno de los debates recurrentes en el departamento es el tema de la carga tributaria, que para muchos es excesiva.
Estoy dispuesto a analizar y revisar la carga tributaria en todo el departamento. Es cierto que la Ciudad de la Costa de hace 20 o 30 años era muy diferente: uno salía de su casa y se encontraba con arena, pozos, sin iluminación ni saneamiento. Con el tiempo, las propiedades se han valorizado gracias a la incorporación de saneamiento, calles pavimentadas, alumbrado público y la llegada de servicios que antes no existían. Creo que debe existir un equilibrio. No estamos cerrados a nada y, por supuesto, podemos reexaminar este tema, considerando los reclamos y demandas de las diferentes zonas del departamento, siempre en función de los servicios que se brindan. En el caso de Ciudad de la Costa, los avances han sido significativos. Pavimentamos 300 kilómetros de calles y este año estaremos uniendo Montevideo y Canelones a través de la rambla. Además, en este quinquenio llevaremos el paseo costero hasta el centro del Pinar. Esto significa que, al finalizar el período, Ciudad Vieja y el centro del Pinar estarán conectados por lo que en Montevideo se llama rambla y que aquí denominamos paseo costero.
El tema de los barrios privados es otra discusión candente en Canelones, con mucha gente en contra de este modelo. ¿Qué postura tiene sobre este tipo de crecimiento a través de inversiones privadas?
El territorio de Canelones abarca 453.600 hectáreas, de las cuales 453.100 no tienen barrios privados. Solo 500 hectáreas están ocupadas por estos desarrollos, que son nueve en total. En ellos viven aproximadamente 4.500 personas. La mayoría de estos barrios fueron aprobados antes del año 2000, aunque muchos se desarrollaron posteriormente. En los últimos diez años se habilitaron tres nuevos barrios privados. Es importante poner las cifras en contexto: estas 4.500 personas viven en barrios privados situados en dos municipios donde residen 128.000 personas, y además, dentro de esos barrios trabajan aproximadamente 3.000 personas. ¿Eso significa que hay que autorizar todos los barrios privados que se presenten? No. Estos desarrollos están regulados por la ley nacional 17.292, que no podemos desconocer. Sin embargo, corresponde al intendente y a su equipo evaluar y decidir si los proyectos se aprueban o no. La cantidad de barrios privados no ha sido tan significativa en comparación con la población total ni con la superficie del departamento. No me parece que sea excesivo. Creo que su impacto debe analizarse con equilibrio y en su justa medida.
El tema de la movilidad es uno de los que más preocupa a la población canaria. ¿Qué estrategias o planes tienen para reducir los tiempos de viaje a Montevideo?
En este tema están involucrados tres actores clave: el Gobierno nacional, que es el principal motor de esta iniciativa y quien debe llamar a licitación, Montevideo y Canelones. Los tres consideramos que esto es una prioridad y debe resolverse en clave metropolitana bajo la conducción del Gobierno nacional.
En cuanto a lo que compete estrictamente a Canelones, hemos trabajado intensamente para mejorar la movilidad dentro del departamento y facilitar los traslados de nuestras vecinas y vecinos. Por ejemplo, con $12,01 una persona jubilada puede trasladarse dentro de todo el departamento. Solo en 2024 se emitieron 750.000 boletos para jubilados, lo que fue posible gracias a un subsidio de $15 millones aportado por la Intendencia. Además, ofrecemos boleto gratuito para mujeres embarazadas y para acompañantes de personas con discapacidad. Si bien la persona con discapacidad viaja gratis, el boleto del acompañante es financiado por la Intendencia mediante un subsidio que en 2024 alcanzó $1.300.000, lo que permitió emitir 50.000 boletos.
Por otro lado, entendemos la necesidad de garantizar el acceso al transporte colectivo en zonas rurales, donde la baja demanda no resulta rentable para las empresas. Por eso, durante 2024 la Intendencia destinó $4.300.000 en subsidios para que las empresas puedan trasladar a estudiantes rurales hacia sus centros educativos. En lo que nos corresponde como Gobierno departamental, seguimos buscando soluciones para mejorar la movilidad dentro de Canelones. Sin embargo, los traslados hacia Montevideo implican un trabajo coordinado entre el Gobierno nacional y las dos Intendencias, y estamos comprometidos a trabajar intensamente para resolverlo durante este período.
Mucha gente se pregunta qué pasa con el proyecto del tren tranvía que uniría Canelones y Montevideo.
Esto lo voy a responder desde la institucionalidad, como secretario general. El Tren- Tram es el único proyecto que estamos estudiando actualmente. Se trata de una iniciativa privada que fue aprobada por el Ministerio de Transporte y que estamos evaluando en la Intendencia de Canelones desde hace aproximadamente 70 o 90 días. Si me preguntas personalmente, considero que sería ideal contar con varias alternativas y posibilidades para elegir en términos de costo y solución. Siempre es mejor tener varias opciones que una sola. No me cierro a ninguna otra posibilidad. Habrá que ver qué otras alternativas surgen con el llamado a licitación o qué otras opciones se nos presentan durante este tiempo. Yo siempre le doy la derecha a los técnicos y a los entendidos en el tema.
Sabemos que el sistema de gestión de los residuos de Canelones ha sido valorado como un modelo a seguir, incluso se ha hablado de replicarlo acá en Montevideo. ¿Qué desafíos quedan en la parte de política ambiental?
En cuanto a los contenedores domiciliarios, hemos logrado cubrir prácticamente todo el territorio, alcanzando a 153.000 familias. Este sistema ha sido un diferencial clave en nuestra gestión. Además, el proyecto de composteras ha sido muy bien recibido porque, además de ser una solución ambiental, reduce significativamente la cantidad de residuos que llegan al sitio de disposición final. Actualmente contamos con 70.000 composteras y esperamos llegar a 90.000 en el corto plazo, con el objetivo final de alcanzar a 150.000 familias en el próximo quinquenio. Otro avance importante es el material que se clasifica en los domicilios, el cual estamos recolectando con camiones eléctricos, lo que tiene múltiples ventajas desde el punto de vista ambiental. Hoy tenemos 13 camiones eléctricos y esperamos llegar a 20 en el próximo quinquenio. En términos de cuidado ambiental, también estamos trabajando con monitoreo mediante drones y analizamos la calidad del agua en 200 puntos del departamento, tanto en aguas superficiales como subterráneas. Este control integral de los cursos de agua forma parte de un esfuerzo sostenido en gestión ambiental.
Creemos que nuestro modelo de gestión puede ser replicable en Montevideo en ciertos barrios o incluso en otros departamentos del interior del país. Estamos abiertos a compartir esta experiencia porque, a juicio de la ciudadanía, ha sido muy exitosa, lo que se refleja en que, durante los últimos 15 años, siempre hemos obtenido una alta valoración en encuestas de opinión en esta temática.
Canelones tiene un importante componente rural que convive con el desarrollo urbano. ¿Cómo se planifica equilibrar el crecimiento de las ciudades con la preservación de las áreas rurales?
En Canelones contamos con un ordenamiento territorial que delimita claramente las áreas urbanas de las rurales, lo que nos permite planificar el crecimiento de forma equilibrada. El himno de nuestro departamento refleja este espíritu al mencionar: "Muchos hijos escriben su historia de progreso en la zona rural".
La zona rural de Canelones se caracteriza por unidades productivas familiares, con un promedio de 40 hectáreas por explotación, y es un sector que siempre enfrenta desafíos, especialmente en la granja. Nuestra prioridad es atender sus necesidades para evitar el despoblamiento de estas áreas. Por ejemplo, durante la crisis hídrica de proporciones considerables del verano pasado, logramos redireccionar recursos para atender la emergencia gracias a que tenemos las cuentas equilibradas. Desde el Gobierno canario destinamos 6 millones de litros de agua para la producción en la zona rural, 79.000 litros de gasoil para los productores y 1.525 horas de maquinaria para la construcción de tajamares. Además, con el segundo fideicomiso aprobado en este período, adquirimos nuestra propia maquinaria para continuar con estas soluciones de manera estructural. En cuanto a la expansión urbana hacia las áreas rurales, tenemos zonas delimitadas donde se puede y no se puede construir, asegurando así la preservación del territorio rural. Este cuidado y atención permanente a las zonas rurales son parte de nuestra identidad y compromiso, tal como lo refleja nuestro himno.