En el gobierno no cayeron nada bien las declaraciones de Carolina Cosse, mucho menos que se quebrara y mostrara su llanto al hablar del efecto de los trihalometanos(THM) sobre las mujeres embarazadas y anuncira que las Policlínicas entregarán gratuitamente agua embotellada.
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El primero en salirle al cruce, bien a su estilo, fue el ministro de Defensa, Javier García, quien acusó a la intendenta de realizar terrorismo político, para infundir miedo a las mujeres embarazadas.
"Realmente, me parece que hacer política influyendo y buscando el terror y el miedo es absolutamente censurable del punto de vista ético", dijo García.
Para el seccretario dde Estado, lo que hizo la intendenta "es terrorismo político, infundir miedo para que madres, mujeres embarazadas, tengan el temor. No vale todo en política, y se lo digo con absoluto respeto, lo que hizo la intendente Cosse es éticamente reprobable. Hay límites en cualquier ámbito de la vida y en la vida política, también", señaló.
Comparó las palabras de Cosse con el concepto de las muertes evitables" que se utilizó durante la pandemia de covid-19, para dar a entender "que el gobierno prácticamente había dejado morir a la gente".