La guerra se instaló en Paysandú entre el intendente Nicolás Olivera y el alcalde de Porvenir, Ramiro Ayende, ambos dirigentes del Partido Nacional.
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En las últimas horas la discordia entre ambos jerarcas llegó a su punto de mayor tensión cuando Ayende se atrincheró en la alcaldía para rechazar la decisión de Olivera de intervenir el municipio.
El intendente resolvió intervenir el municipio por supuestas "actividades ilegales" pero la medida fue rechazada por el alcalde.
En una nota publicada en el diario El País, Ayende denunció que el intendente “tomó el municipio”, lo “usurpó y se lo quedó con él".
Por esta razón, Ayende se encerró en el municipio y resolvió atender a la gente "por la ventana", pero aclaró que no está atrincherado sino preservando su lugar de trabajo.
La notificación de la intervención se la dio la directora de Descentralización de la comuna, María Gómez Indarte.
Un cable reposando
Ayende está enfrentado al intendente y la semana pasada protagonizaron un conflicto cuando la intendencia denunció que el alcalde no dejaba ingresar a niños al CAIF de su municipio, en el área de Experiencias Oportunas, que se desarrolla una vez por semana en una de las reparticiones de la alcaldía.
El alcalde argumentó que en el techo de la sala había un cable de alta tensión “reposando”, lo que “era un peligro para los gurises y maestros”. Esto generó un fuerte conflicto que derivó en la decisión de intervenir el municipio.
Políticas dictatoriales
Ayende también acusó al intendente Olivera de aplicar en su departamento "políticas dictatoriales", las que perjudican a toda la población.
Como informó La Diaria, el alcalde denunció la retención de fondos que estaban destinados a la bituminización de calles de Pueblo Esperanza, y también fondos de un concurso nacional para la remodelación de la sede del municipio.
Dijo también que esta situación se repite en otros municipios, pero los "otros alcaldes no lo dicen por miedo".