El próximo 10 de setiembre se cumplen 120 años de que cayera en Masoller el caudillo Aparicio Saravia. Los blancos suelen decir que la bala que le pegó, a todos les mató algo. Hasta se podría decir que les mató la memoria.
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Aparicio Saravia bajó a la capital y tiró en la mesa del Directorio los títulos de sus tierras, cuando dijo que no tenía plata para financiar su levantamiento armado.
Hoy los tiempos han cambiado. Los blancos, un día sí y otro también, desfilan por los juzgados penales, no solo de la capital sino por el este, oeste y norte del país, por hechos de corrupción que los tienen como denunciados.
A escasos días de cumplirse un nuevo aniversario de su muerte, y en plena campaña electoral, los blancos arrancaron una campaña bajo el eslogan “ponete el poncho”. La escribana Beatriz Argimón, vicepresidenta de la República, con un poncho blanco en la mano, contó en las redes sociales que esta es la forma que elige para homenajear al general Aparicio Saravia y reelegir un buen gobierno.
Cuando Juana vio esta nueva campaña de los blancos, y no pudo menos que reírse para sus adentros, pensó en el pobre Aparicio, recordó la canción de Tabaré Etcheverry y tarareó: “Aparicio, Aparicio, te estoy buscando. ¿Dónde estás, general de poncho blanco?”.
Esta semana, el fiscal Alejandro Machado resolvió archivar la causa que investigó eventuales irregularidades e ilícitos en la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset, cuando se encontraba detenido en Dubái. Ello, en un dictamen fiscal de 106 páginas al amparo del CPP, que establece que se podrá abstener o dar por terminada una investigación ya iniciada si los hechos relatados en la denuncia no constituyen delito.
Vamos por partes.
Un triunfo a lo Pirro
Una victoria pírrica es aquella que puede terminar siendo desfavorable para el bando vencedor. El archivo de la primera causa sobre el trámite del pasaporte de Marset es, para los blancos, un triunfo con gusto a muy poco.
Si bien el fiscal Alejandro Machado reconoce que no hay delito en la entrega en sí misma, que fue hecha al amparo de la normativa vigente, deja varias cosas en claro.
1. Teniendo en cuenta que la investigación, tiene su origen en la interpelación llevada a cabo el 15 de agosto del 2022 en el Senado de la República a los ministros Luis Alberto Heber y Francisco Bustillo, al amparo de los dispuesto por el art. 119 de la Constitución, queda claro, como lo establece expresamente el fiscal, que los ministros y subsecretarios faltaron a la verdad y ocultaron información al plenario y, en definitiva, a la ciudadanía que éstos representaban en dicha oportunidad.
2. Quedó probado el acuerdo existente entre los representantes ministeriales para ocultar a los senadores el tenor de las comunicaciones cursadas entre el subsecretario del Ministerio del Interior, Dr. Guillermo Maciel, y la vicecanciller, Dra. Carolina Ache, en las cuales se daba cuenta de que Sebastián Marset era un narcotraficante uruguayo muy peligroso y pesado, y que a su vez sería terrible que fuera liberado.
3. Al final de su dictamen, el fiscal Machado advierte que lo reprochable de dicho accionar faltar a la verdad y ocultar información a la Cámara de Senadores escapa al ámbito de competencia de estos representantes del Ministerio Público.
4. En definitiva, consideró que de las evidencias colectadas no surgen elementos que permitan sustentar que los imputados han incurrido en conductas merecedoras de reproche penal.
Queda claro que el archivo de la primera causa del caso Marset contiene una responsabilidad política de todos los involucrados que no permite, ni al Gobierno ni a los indagados, tirar campanas al vuelo. Sin perjuicio de ello, el senador Luis Alberto Heber festejó a lo grande. Citó a los medios en conferencia de prensa y nos regaló alguna de esas frases de colección a las que nos tiene acostumbrados: “Acá han explotado muchas bombas en un campo minado, como es el Ministerio del Interior y ninguna me ha tocado. Por lo tanto, salgo como entré, limpio”.
La Dra. Carolina Ache habló con Caras y Caretas y se manifestó conforme con el archivo de esta primera causa, aunque insistió en que el fiscal Machado hizo consideraciones políticas que no correspondían al objeto de análisis.
El embajador Bustillo habló brevemente con Caras y Caretas cuando se conoció el archivo de la primera causa y quedó en volver a hablar una vez que se comunicara con su abogado. Se mostró contento, pero no volvió a comunicarse. La alegría para Bustillo fue efímera. Le queda todavía atravesar el devenir de la segunda causa, la que también lo tendrá como indagado. Mientras tanto, continúa con su triste destino en un despacho casi vacío del viejo Palacio Santos, donde, según le han contado a Juana, ni siquiera tiene internet.
Todos recordamos que cuando se hacía demasiado larga su licencia, después de renunciar como canciller, se corría el rumor de que pondría proa como embajador a Portugal. Juana sabe que en esta oportunidad su amistad de siempre con el presidente Lacalle Pou, al que le dice “Manga”, como uno más de su círculo íntimo, no alcanza para que pueda levantar campamento y conseguir destino en el exterior.
El presidente solo pondrá la firma para su salida del país una vez que termine su visita a los juzgados penales, que lo tendrán una vez más como indagado por la entrega de documentos del caso Marset. No olvidemos que fue Bustillo el que le sugirió a la Dra. Ache “tirá el celular, vamos ganando tiempo, déjame ver si lo arreglo con el Negro Mata”, hoy nuestro embajador ante los organismos con sede en Ginebra.
Tal vez sea este el motivo esencial que haya llevado al embajador Francisco Bustillo a elegir un perfil bajo, festejar en silencio este primer triunfo y cruzar los dedos para ver si, con mucha suerte y viento a favor, antes de terminar el gobierno puede lograr irse a Portugal.
Juana conversó en exclusiva para Caras y Caretas con el fiscal Alejandro Machado sobre el trabajo que queda por delante y la segunda causa que comenzará a caminar, pero esa es otra historia. Antes de eso, el fiscal precisó que el dictamen que ordena el archivo de la primera causa no admite apelación porque fue de oficio. No hay víctimas ni denunciantes.
Pasé a saludar
El caso Marset ha sido complejo, engorroso y con varios actores, principales unos y algunos otros de reparto. Se llevó puesto dos ministros, dos subsecretarios, a quien fue el asesor estrella del Dr. Lacalle y hoy coordina la campaña del candidato blanco Álvaro Delgado, Roberto Lafluf. Éste, hablando en nombre del presidente, con quien trabajaba en el mismo piso 11 de la Torre Ejecutiva, instó a la viceministra Ache a borrar chats comprometedores para que no constaran en las investigaciones administrativas y judiciales que se llevaban adelante por esos días. Como si esto fuera poco, para tener ribetes dignos de una serie de Netflix, el mismísimo Lafluf le dijo a la vicecanciller que él había sustraído y destruido una parte del expediente de la investigación administrativa de la Cancillería. Aquella calurosa tarde de noviembre de 2022, Lafluf no se anduvo con chiquitas. Le planteó a Ache que hiciera un acta notarial falsa a través de los servicios de una nueva escribana. Un rato después de la reunión, la llamó por teléfono y se retractó.
Sin duda las declaraciones de la exvicecanciller Carolina Ache, cuando declaró en la primera causa, hoy archivada, fueron un verdadero tsunami para el Gobierno. Como si esto fuera poco, está también el vínculo político que tiene con el hoy candidato al Senado, Pedro Bordaberry. Arrancó éste con su defensa a principios del año pasado, en columnas que escribió en el diario El País.
Ese día Juana se sorprendió al leer, bajo el título “Cherchez la Femme”, que Bordaberry decía: “¿Quién mintió en el Senado? Carolina Ache no. ¿Quién fue responsable y permanece en el cargo como si nada…?”.
Pasaron los meses. Bustillo se fue por la puerta del fondo y espera ser citado en la segunda indagatoria que lleva adelante el fiscal Machado. Pedro Bordaberry se volvió a poner la 10 y se viene con todo en la interna colorada. No hay que ser muy zahorí para intuir que Bordaberry, a partir del 15 de febrero, estará en el Senado comandando su bancada.
Juana se comunicó con el Dr. Bordaberry para consultarlo y saber el archivo de la primera causa, y la eventualidad de que entre al Senado un pedido de venia para que el Embajador Bustillo encuentre un destino. Declinó amablemente pronunciarse.
Es un rumor a voces, en el ambiente politizado en el que se mueve Juana, que las declaraciones pueden acarrearles responsabilidades penales al exministro Francisco Bustillo, a los Dres. Maciel y Ache, al embajador Mata, al publicista Roberto Lafluf y, eventualmente, podría ser citado el mismísimo presidente Luis Lacalle Pou.
No olvidemos que en la conferencia de prensa del 4 de noviembre del año pasado, él mismo nos contó que fue quien ordenó a su asesor de comunicación y estrategia, Roberto Lafluf, a reunir en la Torre Ejecutiva a los viceministros Maciel y Ache, y donde nos regaló aquella deliciosa frase de colección: “Pasé a saludar”.
La compleja maraña jurídica que se desprende de todo lo ocurrido en esa reunión de triste historia, deja un abanico de posibilidades y distintas figuras penales para analizar.
El Dr. Alejandro Machado le explicó a Juana que “con toda la evidencia que tuve en las audiencias de la primera causa, le comuniqué al entonces fiscal de Corte, Juan Gómez, porque entendí que existían hechos de apariencia delictiva que convenía analizar. El fiscal general lo envió a la oficina de adjudicación de turno y recayó en mi sede fiscal”. Juana insistió sobre el punto y Machado fue claro: “Es una causa iniciada de oficio. Yo los voy a indagar a todos. Es decir, a todos los involucrados en el manejo de documentos. Incluida la Dra. Carolina Ache”. Juana insistió y el Dr. Machado reiteró el estatus de la Dra. Ache, que en esta segunda causa también será indagada.
Ahora dijo, antes de finalizar “voy a terminar con algunos expedientes que tengo en trámite, y después, con toda la evidencia que ya tengo y la evidencia que voy a recabar, iniciaré la indagatoria de la segunda causa. Si es necesario, citaré al Dr. Lacalle Pou”.
Esto recién empieza. Este Gobierno blanco da mucha tela para recortar y demasiadas notas para escribir. Esta vez, los homenajes a Aparicio Saravia se cruzan con la campaña electoral y el desfile de la barra de correligionarios sigue recorriendo juzgados penales.