El jueves 19 de septiembre comenzó el foro denominado: “Medidas alternativas a la privación de la libertad”, que se desarrolló hasta este viernes 20 en la Torre Ejecutiva.
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El evento reunió a 132 técnicos expertos en la materia y autoridades de 32 países de América Latina y Europa.
En dicho marco, Fulco manifestó que en Uruguay, hasta 2015, “la mayoría de los jóvenes infractores estaban internados, mientras que hoy la brecha está casi equiparada con la cantidad quienes cumplen medidas alternativas, un logro concretado sin perder los indicadores de seguridad”.
La jerarca de INISA dijo que “hoy los jóvenes pueden llegar a una medida sustitutiva si están realizando un buen proceso en privación de libertad”.
Explicó que en una pena de cinco años, si el joven a los tres tiene buena calificación, buena posibilidad de trabajar y respuesta familiar, “pasa a una medida no privativa de libertad”.
Añadió que la principal medida que se implementa es la “supervisión de la libertad asistida, con un seguimiento permanente de acompañamiento educativo, social y familiar de los jóvenes que tienen el beneficio”.
“También se ponen en práctica los postulados de la justicia restaurativa, es decir, la reparación del daño a nivel de la comunidad, así como la instauración de la prisión domiciliaria, que permitió bajar la cantidad de privados de libertad”, remarcó.
Asimismo, dijo que Uruguay se encuentra en condiciones de “aportar a otros países un modelo de buenas prácticas”.