«Beber nuestra sidra significa liberarse de prejuicios», así lo definió Varinia Bleier, la joven enóloga que forma parte de este proyecto que comenzó en 2016 como parte de un trabajo de investigación en la Escuela de Enología. La especialista contó que el objetivo principal de este proyecto es quebrar aquellos prejuicios con los cuales se suele relacionar a la sidra. Muchas personas relacionan esta bebida específicamente con la época de Navidad, con el envase de plástico y la mala calidad.
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«Libertaria es un proyecto validado que busca reivindicar en Uruguay el nombre de la sidra y posicionarla en el segmento de bebidas gastronómicas. Esta historia comienza en 2016 cuando elaboramos nuestras primeras botellas durante un trabajo de investigación en la Escuela de Enología, en el que buscamos obtener un producto premium a partir de la selección de diversas variedades de manzana y el empleo de técnicas artesanales fusionadas con nuevas tecnologías enológicas», contó.
Es así que dos años más tarde elaboraron la primera partida a escala comercial que contaba con tres productos diferenciados. Según detalló Bleier, la propuesta consiste en una sidra clásica con un perfil influido por las sidras inglesas, es decir, aromática y con un tenor de azúcar bajo; una sidra seca más parecida a las producidas en Asturias, y por último una sidra rosé macerada con flores de hibisco.
Si te gusta beber manzanas
Con respecto a la producción, la enóloga explicó que la sidra es producida con manzanas que provienen de la región de Libertad en el departamento de San José, por lo cual se le dio el nombre «Libertaria» al producto. «La calidad de la fruta es de exportación y los productores trabajan bajo los estándares de las normas Global GAP (buenas prácticas agrícolas: producción sustentable, respetando la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores y del medio ambiente)», agregó Bleier.
Actualmente la producción se está realizando en la zona de Rincón del Cerro. Las manzanas son trasladadas desde Libertad hasta las instalaciones para moler y realizar el proceso de fermentación, desborre, clarificación y corrección de la sidra base. Aquí mismo se realizan las maceraciones correspondientes.
Además, remarcó que el producto ofrece una vía para el aprovechamiento agroindustrial del excedente de producción de manzanas, el cual es un problema que año tras año comparten los pequeños y medianos productores del país. Esta situación genera valor para el productor y para la zona de influencia del emprendimiento.
Animarse al sabor
«La elaboración de la sidra artesanal y su introducción en el mercado ha sido todo un desafío», confesó la enóloga. Según comentó, durante el proceso se encontraron con diversas reacciones del público, pero la mayoría fueron buenas respuestas. «Están aquellas personas innovadoras que quieren probar todo lo nuevo del mercado y se interesan inmediatamente, sobre todo aquel nicho más gastronómico o con conocimiento en vino que tienen incorporado estos productos. Por otro lado, aquellas personas que han tenido la posibilidad de viajar mucho también se encuentran muy abiertas a la sidra artesanal, dado que en Europa ya es un clásico en todas las tiendas e incluso comparten codo a codo las ventas con la cerveza artesanal. También existe un público tímido que no está seguro de la diferencia entre esta sidra y aquellas industriales. Allí lo importante para nosotros es animar a la gente a que se acerque a nosotros y nos pregunte sus dudas y curiosidades, es la manera más auténtica de que la prueben y entiendan el proceso productivo, porque la calidad y el cuidado es nuestro producto mayor».
Actualmente, la sidra Libertaria está participando de diversas ferias gastronómicas y eventos donde los interesados pueden degustarla. «Una vez que prueban gusta mucho y todas las dudas se disipan», expresó Bleier.
Fortalezas del producto
Según explicaron los integrantes del emprendimiento, Libertaria es una sidra artesanal que cuenta con diversas características que la diferencian de las sidras tradicionales. En primer lugar, se elabora con manzanas seleccionadas producidas bajo los estándares Global GAP, lo que garantiza la inocuidad de la fruta y disminuye el riesgo de contaminación.
Asimismo, es una sidra natural que no contiene agua ni agregados químicos como conservantes, estabilizantes, aromas o saborizantes. No contiene gluten y no se emplean calificantes de origen animal, lo que permite que sea apta para celíacos y veganos.
Al momento de su elaboración se emplean diversas técnicas artesanales y nuevas tecnologías enológicas con el objetivo de que el producto exprese al máximo las características propias de las variedades de manzana. A entender de la experta, esto permite que organolépticamente sea más compleja, haciéndola ideal para la gastronomía.
Elaboramos sidras maceradas con otros componentes naturales, por ejemplo, Libertaria Rosé, que se macera con flores de hibisco y para la próxima zafra (2019) tendremos sidras maceradas con frutos nativos.
Con respecto a la diferencia de la sidra artesanal con otras bebidas como la cerveza artesanal, muy presente en el mercado actual, Bleier explicó que más allá de que su consumo puede apuntar a un público similar, los procesos productivos son muy distintos. En este sentido, destacó que la sidra tiene un plus que la diferencia de otras bebidas. «Permite vislumbrar un proceso productivo muy arraigado en el interior, en el campo. El hecho de que su materia prima sea la manzana abre esa puerta del imaginario de lo natural y artesanal del producto, alejándolo de un mero proceso industrial», valoró.
Otra diferencia que mencionó la especialista es que la cerveza está regulada por bromatología como otros alimentos, mientras que la sidra cursa un riguroso control por Inavi, al igual que el vino.
Salió a la venta
La sidra Libertaria se comercializa en botellas de 355 ml apuntando a un consumo personalizado, y puede encontrarse en diferentes puntos de venta tales como restaurantes, pubs, tiendas de productos gourmet, licorerías y tiendas especializadas.
Asimismo, en algunos bares y cervecerías que cuentan con canillas expendedoras, como bar Ramón y bar Bestiario, pueden encontrarla al estilo “tirada”.
Al momento se están comercializando en tres variedades: Clásica, Dry e Hibisco. Sobre este punto, Bleier adelantó que próximamente incluirán nuevas variedades como parte de la zafra 2019, así como nuevas recetas para cocinar y maridar con sidra, tragos de autor con sidra y se fortalecerá la distribución de sidra de tirada.
Además, confirmó nuevos puntos de venta que se habilitarán próximamente como Maridaje en Sinergia, Ohm Carrasco, Barolo Wine Bar, La Colonial, Ennis, y La bicicleta en Libertad.
La sidra Libertaria también está presente en el interior y el objetivo es continuar expandiéndose. Al momento, se puede encontrar en Carmelo, en Don Ramón, un lugar que realiza eventos con la sidra de manera frecuente. Y a partir de Julio se podrá encontrar en formato de tirada en San José, en Brujas Averías.
El equipo de Libertaria
Por otro lado, Bleier enfatizó que este proyecto es llevado adelante por un equipo multidisciplinario que cuenta con experiencia en el área productiva, comercial, financiera y de marketing.
El área productiva está a cargo del enólogo Diego Herrera, quien cuenta con experiencia enfocada en el sector vitivinícola, el cual comparte procesos muy similares a la elaboración de la sidra. Además, formó parte del equipo de investigación sobre la elaboración de sidra artesanal con método Champenoise en la Escuela de Enología.
El área comercial y de marketing está a cargo de Franco Sena, quien está culminando la tesis de grado de licenciatura en Comunicación y su experiencia laboral se enfoca en el área comercial, como comunicador en medios (radio y prensa).
Con respecto al área financiera, el contador Federico Correa es quien desarrolla esta actividad enfocándose en la parte administrativa y contable.
Por su parte, la enóloga Varinia Bleier Bega forma parte del proyecto desde el inicio, con un rol similar al de Diego Herrera. La función de Bleier consiste en el desarrollo de nuevos productos, dirección de procesos de producción, control de calidad, entre otras cosas. A su vez lleva a cabo el desarrollo del área comercial y ventas, gestionando el contacto con nuevos clientes y puntos de venta, así como contacto directo de la prensa.
Bleier remarcó que este proyecto nació en un trabajo de investigación que llevaron a cabo los integrantes del equipo mientras cursaban sus estudios en la Escuela Superior de Vitivinicultura y Enología ubicada en El Colorado, Canelones, que corresponde al nivel terciario de enseñanza y depende de la UTU Superior. «Destacamos el lugar donde nos formamos porque consideramos que es una linda herramienta dado que es público, tiene un excelente nivel y es el único espacio donde estudiar enología en Uruguay», expresó.
Asimismo, destacó el aporte de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) que apoyó este proyecto valorando esta herramienta que tiene como objetivo la difusión y el fomento de la cultura del emprendimiento. «Nos postulamos ante ANDE como emprendedores y, luego de un arduo proceso, quedamos seleccionados para recibir un capital semilla para iniciar el proyecto. Es un interesante aporte que muchos quizá no conocen y que pueden tomar en cuenta a la hora de realizar un emprendimiento», concluyó.
Para contactar al equipo de Libertaria:
Varinia Bleier: [email protected]