Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Sindicales Cardozo |

Presidente reelecto en la Asociación de la Prensa

Fabián Cardozo: "Estamos en un momento bisagra para la libertad de expresión"

Para Cardozo, "borrar de un plumazo" la Ley de Medios en la Rendición de Cuentas "no parece ser el camino más democrático".

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

El pasado miércoles 29 de junio culminaron las elecciones de autoridades en la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), en las que el periodista Fabián Cardozo resultó reelecto como presidente y Nancy Leite asumió como vicepresidenta.

Caras y Caretas conversó con Cardozo sobre los desafíos para el nuevo período, la actualidad de la Asociación, las amenazas a la libertad de expresión que asoman en nuestro país, la posibilidad de que se derogue la Ley de Medios en la Rendición de Cuentas y los recientes conflictos laborales en la Prensa, que amenazaron y amenazan las fuentes de empleo en un sector histórico.

¿Qué evaluación hacen desde el nuevo Consejo Directivo de APU de las recientes elecciones de autoridades?

La evaluación es positiva. Finalmente, luego de algunos inconvenientes producto de la pandemia que nos complicó la realización de elecciones, la pudimos realizar. Fue positiva porque sentimos que obtuvimos el respaldo de un buen porcentaje de compañeros a nivel nacional, de todas las áreas.
Recordemos siempre que APU es una organización que representa trabajadores y trabajadoras de los medios de comunicación en general, no solamente a periodistas, sino que también a trabajadores técnicos y administrativos de todas las áreas; convivimos periodistas, técnicos administrativos; toda persona perteneciente a un medio de comunicación puede sentirse representada por la Asociación de la Prensa Uruguaya. En ese sentido creemos que obtuvimos una buena representación en todos los sectores, que hoy son Prensa, Radio y Televisión.
Dentro de algunos de esos sectores hay subsectores. Por ejemplo, en Televisión tenemos televisión abierta y televisión cable y en Prensa tenemos prensa (los diarios y las revistas), tenemos los portales y tenemos también las agencias de noticias.
En conclusión, creemos que tuvimos un buen respaldo de los compañeros, lo que nos da energía para continuar.

¿Cómo resultaron estas elecciones en comparación con anteriores?

En comparación con la elección anterior crecimos. Eso tiene que ver con un trabajo que hemos hecho en muchos sectores y también con el acercamiento en el interior del país, porque entendemos que a veces es difícil que los compañeros del interior estén cerca de las actividades que APU hace en la capital y a veces lo que tenemos que hacer es acercarnos nosotros.
Con el apoyo de algunas organizaciones, que nos permitieron por ejemplo plantear capacitaciones para periodistas del interior el año pasado y el anterior, con el tema del debate sobre la desinformación, nos acercamos bastante a departamentos del interior y eso nos permitió acercarnos a los ya afiliados para saber en qué andan y qué necesidades tienen y también generar nuevas afiliaciones. Entonces pudimos crecer en todos los sectores.

¿Cuáles son los compromisos de la nueva directa y las líneas generales a trabajar en el nuevo período?

Lo primero es seguir creciendo y entender que hay que concientizar a los trabajadores y trabajadoras de la comunicación -muy especialmente a los periodistas- que la herramienta sindical hay que fortalecerla.
A veces ocurre -le puede pasar a cualquiera- que uno se acuerda del sindicato cuando está frente a un problema, cuando su trabajo está en riesgo o cuando se ve afectada su situación personal. Sin embargo, mantener la herramienta, cuidarla, reivindicarla es tarea de todos los días, por eso queremos crecer y acercarnos cada vez más a los trabajadores.
No hay que olvidar que nosotros somos un sindicato y a la vez una asociación profesional, que tiene que velar por algunas cuestiones que son, por ejemplo, la libertad de expresión y el ejercicio profesional del periodismo. Entonces en eso también tenemos desafíos. Como en 2019, que planteamos una campaña sobre la desinformación y las noticias falsas, ahora queremos plantear algo sobre los discursos de odio, que es un tema complicado y que también tiene su punto de nacimiento en las redes, pero que después sale de las redes y se va a nuestra vida diaria. Entendemos que es un objetivo para estos dos años de APU trabajar sobre el tema discursos de odio, sobre todo porque a veces los discursos de odio parten desde el poder político o económico y hacen estragos, por ejemplo, en los profesionales periodistas que en algunas ocasiones son cuestionados duramente por ejercer su trabajo.
Así que vamos a trabajar mucho en eso y hay otras cuestiones políticas que también tienen que ver con el trabajo de APU y que tienen que ver con la coyuntura que estamos viviendo hoy que es, por ejemplo, defender la necesidad de que existan procesos regulatorios válidos sobre los medios de comunicación. Es por esa razón que cuestionamos la decisión del gobierno de derogar la Ley de Medios (Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual) y entendemos que hay que defender la Ley de Medios vigente, porque entre otras cosas le da derechos a los trabajadores de la comunicación y también a los usuarios de los medios. En ese sentido también estamos trabajando en esa línea.

¿Entienden que derogar la Ley de Medios implica un retroceso?

Para nosotros es como volver a la ley de la selva, donde en realidad manda el capital, manda el poder económico, crecen los monopolios, se fomenta también la extranjerización -un fenómeno que está empezando a ocurrir en medios de comunicación-.
Es un retroceso grave en el tema concentración y en derechos para trabajadores y usuarios. Por lo tanto, tenemos expectativa de lo que va a pasar a nivel del debate parlamentario, porque más allá de la voluntad de una parte del gobierno, entendemos que el sistema político va a reflexionar y entender que el camino no es borrar de un plumazo un proceso de nueve años, como fue el que llevó la construcción de la Ley de Medios. No parece ser el camino más democrático.

¿Cuál es la situación de Uruguay en los últimos años en cuanto a la libertad de expresión?

La situación de Uruguay sigue siendo buena, pero se han encendido algunas luces de alerta que ameritan a que pongamos atención. Eso tiene que ver con mensajes que a veces parten del sistema político y que van en línea con cuestionar el trabajo de los profesionales periodistas. Entendemos que eso es una luz encendida de alerta de que podemos tener problemas.
No queremos tener los problemas que tienen otros países de la región con la libertad de expresión. Después, cuando se aprueban normativas como algunas comprendidas dentro la Ley de Urgente Consideración y otras comprendidas en la Rendición de Cuentas, vinculadas a la Ley de Medios, cada vez son más las luces de alerta de que tenemos riesgos, hay problemas. No tenemos notorias dificultades, pero tenemos problemas y queremos defender ese sitial que históricamente ha ocupado el Uruguay, como un país modelo en cuestión de libertades. No lo queremos perder.

En el último tiempo se han generado varios conflictos laborales en el sector prensa; en La República (Grupo R Multimedio) hace meses y recientemente en el semanario Búsqueda. ¿Estos conflictos suponen también una amenaza a la libertad de expresión?

Claro que sí, porque en realidad tener más medios en pocas manos es un problema. Imaginate si se fomenta la concentración y empiezan a desaparecer medios, o si el salvataje de esos medios es que los grandes grupos económicos vengan y los compren, estamos ante una situación compleja claramente.
Otro problema que tiene que ver con la libertad de expresión, e incluso está recogido en el último informe de Reporteros Sin Fronteras, es la viabilidad de los medios.
Si tenemos medios de comunicación que no son viables, tenemos un problema de libertad de expresión también. Es una afectación no menor. Hoy está pasando, sobre todo a nivel de prensa escrita, donde hay notorios problemas de viabilidad; lo del semanario Búsqueda, el diario La República, recientemente el diario El Observador, que fue comprado por un diario extranjero. Hay dificultades varias y estamos tratando de, como bomberos, ir apagando incendios cada vez que surgen. Entendemos que es necesario que exista una política clara desde el sistema político, desde el Estado si es necesario, de apoyo a la viabilidad de los medios de comunicación.
Hay que saber también que tenemos una realidad complicada a nivel de medios de comunicación de Montevideo, que muchas veces se confunden con medios de comunicación nacionales, pero en el interior a veces la situación es a veces mucho aún más complicada, porque la viabilidad depende del apoyo que el gobierno local o el sector empresarial local le puede dar y a veces se vuelve bastante complicado.
Estamos en un momento bastante bisagra en cuanto al tema libertad de expresión, que tiene que ver con marcos normativos con respeto al trabajo de los periodistas, pero también con un necesario debate sobre la viabilidad de los medios.

¿Manejan como una solución o alternativa el apoyo del Estado?

Sí, eso es una de las posibilidades. Más de una vez se ha planteado el tema de la viabilidad, del necesario apoyo del Estado y no ha aparecido. No lo hemos planteado solo nosotros, lo han planteado desde el sector empresarial. Por ahora no ha tenido una respuesta como queremos.

Volviendo a las elecciones de APU. Uno de los resultados es que no se alcanzaron los votos suficientes para aprobar las modificaciones al estatuto de la asociación. ¿Este hecho imposibilita el cumplimiento de algunos objetivos en el nuevo período?

No, porque la aprobación de la reforma de estatutos era una cuestión de que queremos introducir algunos cambios al funcionamiento, para adaptar la organización a las nuevas épocas. Por ejemplo, el hecho de poder afiliar estudiantes. Nosotros hemos tenido mucha cercanía con estudiantes de comunicación, que muchas veces se acercan a APU para plantear su situación, para hacer una entrevista, para conocer cómo funciona un sindicato y hoy no los podemos afiliar, porque es necesario ser trabajador rentado. Esta situación también ocurre con los trabajadores free lance. Entonces tenemos que adaptar la organización a las nuevas épocas. No lo logramos, porque tal vez nos faltó comunicar mejor la necesidad de adaptar la organización y nos faltó tiempo también para comunicarlo. Seguramente lo vamos a insistir dentro de poco, vamos a volver a plantearlo. Tenemos la posibilidad de plebiscitarlo.

Una de las modificaciones no aprobadas apuntaba a la capacitación en herramientas de negociación colectiva. ¿A qué respondía introducir ítem en el estatuto?

En realidad, la capacitación es una de nuestras obsesiones. Desde que entramos en el nuevo consejo, tratamos de generar muchas capacitaciones en cuestiones profesionales, como el tema noticias falsas o sobre el tema periodismo digital, pero también sobre el rol del dirigente sindical. Esto es porque ahí hay una cuestión súper de fondo, que es que fundamentalmente a los periodistas nos cuesta mucho identificarnos como trabajadores pertenecientes a la clase trabajadora, que tenemos que tener conocimiento de las herramientas de la negociación colectiva, para muchas veces tener un mano a mano con nuestros jefes sobre esta situación. Entonces necesitamos capacitar a nuestros asociados sobre estas herramientas, porque hay que construir organización, hay que construir bases en las empresas, en los medios, para que luego negocien salario, condiciones de trabajo, y para eso necesitamos capacitar a gente, que conozcan cómo se negocia, cómo es un Consejo de Salario, cómo es la negociación colectiva.
Nos proponemos dentro de la adecuación de nuestra organización, tener también mucha formación para nuevos cuadros que realicen esta tarea.

Temas

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO