La gestión de ANCAP Y ALUR ha generado durante muchos años investigación y conocimiento que se ha traducido en un aumento significativo de la productividad de la actividad de la caña de azúcar que debería redundar en mayor desarrollo social para Bella Unión.
Sin embargo, el aumento de productividad se ha transformado en un aumento exponencial de plusvalía para los grandes productores y mayor pobreza y peores condiciones de trabajo para los trabajadores y trabajadoras.
Esta situación se da por las características de la nueva variante de caña de azúcar que si bien elevó considerablemente su rendimiento, plantea grandes dificultades para su corte, generando mayor esfuerzo en detrimento de la salud de los y las trabajadoras.
Estaremos muy atentos/as al desarrollo de la negociación expresando toda nuestra solidaridad y ofreciendo nuestra organización al servicio de esta causa, que es parte sustancial de nuestra concepción ideológica sobre el rol de ANCAP en el desarrollo productivo, social y económico de nuestro país".
UTAA
La Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) fue fundada en el año 1961 con el apoyo de Raúl Sendic Antonaccio, Hace más de cincuenta años UTAA representa a los cortadores de caña de la ciudad de Bella Unión y los acompaña en su lucha por mejores condiciones de trabajo y una vida digna.
Durante la década de los sesenta y hasta el golpe de estado cívico-militar de 1973, UTAA supo conjugar sus respectivas demandas sindicales con la reiterada reivindicación de «tierra para el que la trabaja». En los años que sucedieron a su fundación, UTAA realizó cinco emblemáticas marchas a la capital del país y logró dar proyección nacional a las demandas sociales de los peludos del Norte uruguayo.
Hacia fines de los sesenta, al igual que otras organizaciones sindicales y movimientos sociales en todo el país, UTAA fue golpeada por la represión del gobierno autoritario de Pacheco Areco. El golpe de estado cívico-militar de 1973, que sobrevino al gobierno autoritario Pacheco Areco, afectó profundamente la movilización sindical de los cortadores de caña de azúcar de Bella Unión. A partir de ese entonces, el sindicato fue proscripto y sólo volvió a organizarse nuevamente en la década de los ochenta con el fundamental respaldo de muchos compañeros que volvían del exilio.
Después de la apertura democrática, en 1985, la crisis de la industria azucarera bella unionense acarreó una drástica pauperización de las clases trabajadoras locales. En esta coyuntura desalentadora el movimiento sindical de los peludos sumó esfuerzos con otras entidades de la sociedad civil en el intento de obtener un compromiso del gobierno con la generación de nuevas fuentes de trabajo y la defensa de la producción azucarera. Tales reclamos sólo han recibido alguna contrapartida gubernamental a partir de marzo de 2005 con la llegada del Frente Amplio a la presidencia de la República. En respuesta a los reclamos planteados por diversas organizaciones sociales de Bella Unión, el nuevo gobierno nacional decidió ampliar la agroindustria azucarera de la zona mediante la implementación de un Complejo Sucro-Alcoholero organizado en torno al ingenio de la empresa estatal Alcoholes del Uruguay S.A. (ALUR), subsidiaria de ANCAP.