Además de la preocupación por el presupuesto, el Sidfe se pronunció sobre la situación de violencia en entornos educativos que, según sostuvieron, "debería ser atendida no cuando el fenómeno se produce, sino como parte de una política de largo plazo y transversal de la ANEP".
El detonante de la ocupación
La "lentitud" y "desidia" de las autoridades son mencionadas por el sindicato como el detonante directo de la ocupación en el CFE. Denunciaron que las presentes autoridades del subsistema "ha llevado a decisiones erradas, improvisadas y contrarias a los postulados que se habían establecido al asumir".
En tal sentido, el sindicato detalló los efectos de estás políticas, mencionando que "recién el día de hoy y después de haber ocupado nos está llegando la oferta educativa de algunos centros, sin contar con el listado completo para el 2026". Esta situación es catalogada por el gremio docente como "una demostración de la falta de planificación de una administración que quiere hacer el mayor recorte de la historia de la Formación en Educación sin conocer en su totalidad la realidad".
El impacto de los recortes en la formación docente es tangible, según el gremio. Los sindicatos afirmaron que en los datos preliminares "se eliminaban más de 200 grupos, lo que afecta la trayectoria educativa de miles de estudiantes y el trabajo de decenas de docentes". Sostuvieron que "el efecto dominó de estos recortes afectará a todos los subsistemas de la ANEP", ya que se obligaría a los docentes del CFE a "elegir horas en UTU, Primaria y Secundaria, llevando al desempleo de las y los docentes más jóvenes".
Para finalizar, sugirieron que "en formación en educación es necesario dar marcha atrás y sentarse en una mesa de negociación durante 2026 para acordar la oferta educativa de 2027". "Hoy la educación se moviliza y necesita ser escuchada", concluyeron.