La Comisión de Cultura, presidida en ese entonces por Félix Martínez, lanzó una invitación abierta a que artistas plásticos uruguayos, incluso los que estuvieran exiliados, mandaran un máximo de dos obras por persona para ser expuestas. Sin filtros ni jurados, con la única condición de cumplir el espíritu de la muestra.
Terminaron llegando casi 500 obras de más de 300 artistas plásticos diferentes y de diversas ramas artísticas: pintura, escultura, grabados, tapices y más. Tal afluencia sobrepasó la capacidad prevista inicialmente y se tuvo que acudir a más espacios para poder exponerlas a todas.
Hubo exposiciones en AEBU, la Cooperativa Bancaria, Cinemateca, la radio CX30, el Instituto Italiano de Cultura, la Alianza Francesa, la Asociación Cristiana de Jóvenes, la Facultad de Arquitectura y el Club de Grabado. Cada una de las locaciones tuvo su propia inauguración, en fechas y horarios diferentes, y con espectáculos musicales y artísticos que las acompañaron.
El Comité Organizador estuvo formado por Jorge Abbondanza, Hugo Alles, Germán Cabrera, Lacy Duarte, Óscar Ferrando, Olga Larnaudie, Hilda López, Dumas Oroño, Pedro Peralta, Nelbia Romero, Octavio Podestá y Clemente Padín.
Padín, funcionario del sindicato y artista plástico, explicaba a la prensa en aquel entonces: "Esta muestra se integra en el plan de trabajo que AEBU tiene como meta permanente, en el pleno convencimiento del papel que le toca jugar en el mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo".
Compartimos el manifiesto de la muestra publicado en los diarios de 1984, el cual resume la esencia de esta iniciativa y el contexto en el que fue llevada a cabo.
Manifiesto
Los artistas plásticos uruguayos realizan una muestra masiva de sus obras, conjugando técnicas y tendencias, reuniendo aportes que llegan desde el interior y exterior del país para sumarse al quehacer de los creadores montevideanos, acercando por primera vez artistas de extensa trayectoria a las nuevas generaciones.
Exponen "por las libertades". Esas libertades que habían perdido junto al pueblo del cual forman parte, esas libertades que hoy están recuperando con su lucha que es la del pueblo uruguayo.
También los artistas plásticos tuvieron en estos años sombríos sus presos y sus exiliados. Conocieron como creadores un duro aislamiento, un trabajo más amenazado y más solitario que nunca, en la medida en que vieron limitados los lugares en los cuales difundir su obra y supieron renunciar a ámbitos en que tradicionalmente se había divulgado su labor artística; en la medida en que vieron limitados los medios y recursos para realizar esas obras; en la que medida en que vieron limitadas sus posibilidades de información y de formación; en la medida en que dejaron de conocerse e intercambiar sus experiencias las diferentes generaciones. Quienes acaso aún no lo sabían, aprendieron que la lucha por la libertad del artista está necesariamente inserta en el combate del conjunto de su pueblo.
Esta exposición concreta una nueva etapa de esa lucha, una etapa de nucleamiento, una etapa de conjunción y de reconstrucción cultural, junto a los otros sectores del arte, en la búsqueda de "una cultura popular, democrática y participativa". Una nueva etapa después de años durante los cuales lucharon por separado en distintos lugares geográficos, en situaciones diferentes y por distintas vías.
En 1972, junto a la Universidad y a su Comisión de Cultura, los artistas plásticos uruguayos realizaron, enfrentándose al avance de las fuerzas regresivas, una gran "Muestra contra el Fascismo". Encontraron, entonces, en la Universidad amenazada, el mejor ámbito para expresarse.
Hoy responden a un llamado de la Comisión de Cultura de AEBU, un gremio que fue uno de los pilares del enfrentamiento a la dictadura y que en todos estos años estuvo junto a ellos en numerosas actividades culturales, por lo cual este gran reencuentro del medio artístico asume ahora su plena significación.