Gabriel Quirici, director nacional de Educación del MEC, enfatizó que el objetivo es que el bono no solo alivie el bolsillo, sino que actúe como un estímulo para que "las chiquilinas y los chiquilines puedan ir a clase sin que eso dependa de los recursos de su familia".
¿Quiénes lo recibirán?
En esta primera etapa, se estima que el bono beneficiará a estudiantes pertenecientes a los quintiles de ingresos más bajos, abarcando unas 900 escuelas públicas distribuidas en todo el país. La modalidad de pago aún se encuentra en evaluación, con posibilidades que incluyen el uso de la Tarjeta Uruguay Social o un sistema de inscripción mediante el BPS y el sistema GURÍ.
Hacia una política universal
Aunque este bono no exigirá la asistencia como contrapartida directa, las autoridades lo entienden como una herramienta de promoción del hecho educativo y de acompañamiento al proceso escolar, sobre todo en los hogares más vulnerables.
La meta del gobierno es que, a partir de marzo de 2026, el bono escolar se extienda a todos los estudiantes de educación inicial y primaria del sector público, consolidando una política universal y sostenida en el tiempo.
El MEC reafirma que la educación es una inversión estratégica para el país. Además del bono escolar, la cartera avanza en otros proyectos relevantes, como la creación de la Universidad de la Educación y la reinstalación de los consejos desconcentrados, con el objetivo de fortalecer la institucionalidad y fomentar una participación más amplia y democrática en la toma de decisiones educativas.