El uso y acceso al agua potable está en riesgo. Así lo afirmó un grupo de investigadores de la Universidad de la República (Udelar) en un informe titulado “Principales temas ambientales del abastecimiento de agua potable en el sur del país”, un análisis colectivo generado a partir de décadas de investigación por integrantes del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales (IECA), Facultad de Ciencias y del Centro Universitario Regional Este (CURE).
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Caras y Caretas dialogó con Marcel Achkar, investigador del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales (IECA) que forma parte del equipo que realizó el manifiesto, quien explicó en qué contexto surgió este informe. “Cuando se hizo pública la discusión del proyecto Neptuno, con algunos colegas comenzamos a conversar sobre cuál es la situación de abastecimiento de agua potable en el país y qué problemas generaría este proyecto. Cuando el tema ingresó en el consejo regional y en las comisiones de cuenca, y aparecieron los informes de factibilidad, comenzamos a trabajar activamente en los problemas que identificábamos, ya que la iniciativa no nos parecía la mejor solución para el problema. Posteriormente, frente a las preocupantes declaraciones del ministro de Ambiente respecto al manejo de la temática ambiental, consideramos que la Universidad debía alzar una voz de alerta sobre lo que implica para el país transitar por ese camino y los problemas que se podrían enfrentar a futuro”.
Consultado sobre la posibilidad de acompañar el informe con otro tipo de acciones, Achkar sostuvo que el equipo ya envió el documento a legisladores y autoridades del Ministerio de Ambiente, pero que al momento solo recibieron como respuesta algún “acuse de recibo” y algún “gracias”.
Diagnóstico y recomendaciones
“El abastecimiento de agua potable en el sur del país, en particular en el área metropolitana, experimenta una creciente vulnerabilidad, poniendo en serio riesgo la soberanía nacional en el uso y acceso a agua de calidad”, en palabras del grupo de investigación. Ante esta situación, proponen “analizar la situación del funcionamiento del sistema ambiental, natural y productivo en su conjunto, integrando sus distintas dimensiones”. Para ello, sugieren tres grandes ejes prioritarios “para construir medidas tendientes a mitigar la problemática de la cantidad y calidad del agua y su abastecimiento, que entendemos deberían ser parte de una estrategia país”.
El primer eje en el que aconsejan enfocarse es “mejorar el estado del ambiente de las cuencas usadas como fuente de agua potable, en particular el de la cuenca del río Santa Lucía”. De acuerdo al informe, “la situación ambiental de muchas de las cuencas hidrográficas interiores de Uruguay es de franco deterioro, acompañado de una pérdida de biodiversidad, que a su vez podría reflejarse en una reducción de su capacidad de autodepuración”. Asimismo, explican que este escenario se debe a “las deficiencias en el saneamiento y tratamiento de efluentes, y las prácticas imperantes de producción agropecuaria altamente demandante de insumos químicos”.
Con respecto al caso particular de la cuenca del río Santa Lucía -según destacan, la principal cuenca de abastecimiento en territorio nacional- recomiendan clasificarla como “destinada al abastecimiento de agua potable a poblaciones con tratamiento convencional”. Esta categoría, llamada Clase 1, está enmarcada en el decreto 253/79 y ya fue aplicada a la Laguna del Sauce en el año 1998.
Además, proponen “evitar ingresar en un proceso de abandono de la gestión ambiental de la cuenca del río Santa Lucía, así como de otras cuencas de abastecimiento de agua”. Para cumplir este objetivo, sugieren, entre otras acciones, “establecer un plan de ordenamiento de los usos de la cuenca que priorice el abastecimiento de agua potable implementando restricciones ambientales efectivas y exclusiones en zonas críticas de algunas actividades incompatibles con esta prioridad; implementar urgentemente el saneamiento de las ciudades ribereñas (que vierten directamente al río) con sistemas de tratamiento con remoción de nutrientes y otros contaminantes; intensificar el control de efluentes de tambos y fomentar la implementación de su tratamiento con remoción de nutrientes mediante incentivos; tomar medidas precautorias ante la intensificación agrícola e incremento de cultivos forestales; intensificar el control de los vertidos industriales, así como la regulación de las actuales represas de riego implementando medidas de manejo para evitar la proliferación de cianobacterias en estas y su inoculación al sistema fluvial”.
Por otro lado, plantean “diseñar un sistema global descentralizado de las tomas de agua existentes para la zona metropolitana del cual el río Santa Lucía continúe siendo uno de los componentes fundamentales”. Esto, según explica el texto, “contribuiría a disminuir la presión sobre la principal fuente actual, considerando fuentes superficiales y subterráneas, a efectos de disminuir la vulnerabilidad del sistema en su conjunto”.
Mejorar el sistema de distribución
Una de las preocupaciones más alarmantes del informe es que actualmente se pierde el 50% del agua potable debido al arcaico sistema de distribución que se utiliza en el área metropolitana. El equipo investigador asegura que, de acuerdo a OSE, esta pérdida -que tiene todo sistema de distribución de agua- podría reducirse “muy significativamente”. En tal sentido, proponen como segundo eje de acción “consolidar mejoras en el sistema de distribución de agua potable en el área metropolitana de Montevideo”, lo cual aclaran que tiene un costo elevado, pero que debería asumirse “en forma urgente”, ya que “la sociedad humana precisa agua suficiente y de buena calidad; aceptar la pérdida de la mitad del agua que se potabiliza y asumir que la mejor opción es la de seguir degradando los ecosistemas no resiste un análisis lógico”.
Otra alerta: el proyecto Neptuno
El proyecto Neptuno y sus limitantes ambientales es otra de las preocupaciones del grupo de investigadores, por lo cual analizar esta situación se transforma en el tercer eje de acción. “El proyecto Neptuno implica una enorme inversión para el país, y por ello, su sustentabilidad ambiental debe ser evaluada estrictamente y comparada con otras alternativas para complementar al río Santa Lucía como principal fuente de agua potable. Entendemos que el proyecto planteado presenta una serie de problemas ambientales, que incluso amenazan la soberanía nacional referida al acceso a agua de calidad”, expresa el documento. Y agrega: “El Río de la Plata, si bien tiene un volumen prácticamente inagotable, está sometido a la contaminación de cuencas y efluentes sobre las cuales se carece de soberanía”.
Sobre este punto, Achkar explicó que las problemáticas más alarmantes del proyecto Neptuno, en orden de importancia, son la salinidad del agua -que supera ampliamente los valores aceptables para ser potabilizados-, las cianobacterias y el nuevo puente subacuático conector con Buenos Aires. Con respecto a la salinidad, sostuvo que se trata de “un tema recurrente que generaría el problema de que, en algunos momentos del año, hay que apagar la planta de potabilización”. Y añadió: “Al día de hoy es imposible predecir que la semana que viene, por ejemplo, se presentará un evento de salinidad en esa zona. Ocurre el fenómeno y hay que detener la potabilización”.
Por otro lado, el investigador afirmó que, según los estudios del equipo, “se están conformando permanentes floraciones de cianobacterias tóxicas en la zona -sobre todo en la costa de Arazatí- lo que dificultaría continuamente el proceso de potabilización del agua”.
Como tercera preocupación, el experto señaló la contaminación que generará el nuevo emisario subacuático de la cuenca del Riachuelo de Buenos Aires, que se adentrará 12 kilómetros en el Río de la Plata. “Genera incertidumbre porque no hemos encontrado ningún estudio que indique cómo se van a mover los vertidos del colector subacuático en el estuario. Entonces, nada nos indica, ni a favor ni en contra, que no llegarán a la costa uruguaya”.
Al finalizar el informe, el equipo de investigadores advierte: “La gestión de las cuencas hidrográficas, de los recursos hídricos y el abastecimiento de agua potable en el sur del país, es una emergencia de tal magnitud y complejidad que requiere de un análisis interdisciplinario a cargo de un equipo amplio de investigadores y técnicos de instituciones relevantes vinculadas a la temática. Es nuestra intención hacer un llamado a la reflexión colectiva”.