La situación del agua en el sur del país es dramática. El presidente Lacalle Pou dijo el pasado jueves que "si no llueve va a haber un lapso en el cual el agua no sea bebible". El agua será “para lavar, para bañarse, para saneamiento, menos para beber”, agregó.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Oficialmente ninguna autoridad arriesga una fecha, entre otras cosas porque depende de si cae alguna lluvia en la cuenca del río Santa Lucía, o más precisamente, encima del embalse de la represa de Paso Severino, cuyas reservas de agua dulce son solo el 2% del total, casi nada.
Con estas reservas, si no llueve nada sobre el embalse, y tras la posición contraria del Ministerio de Salud Pública (MSP) a un nuevo aumento de la cantidad de sodio y cloros en el agua que OSE envía a Montevideo y la zona metropolitana, se estima que en en 10 o 12 días el agua ya no será bebible. Eso es lo que se escuchó en los corrillos del ente público.
Si llueve en la cuenca del Santa Lucía o directamente sobre el río y la represa, entonces se podría ganar algún día más, pero no mucho. Y esto es porque el suelo está tan seco que absorbe la mayor cantidad (o toda) del agua de lluvia, reduciendo al mínimo el escurrimiento que lleva agua al río y al embalse de Paso Severino.
Para volver a elevar las reservas de agua dulce deberían registrarse abundantes y copiosas lluvias durante varios días sobre la cuenca del río Santa Lucía, extremo que no ocurre desde hace meses.
Con este panorama a corto plazo en dos semanas, o incluso menos, el agua que OSE suministra a la población de Montevideo y el área metropolitana dejará de ser bebible y se llegará al escenario que manejó el presidente Lacalle Pou este jueves.