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Sociedad Marco Curricular Nacional | ANEP | Sommaruga

Transformación educativa de ANEP

Marco Curricular Nacional diluye los contenidos

Docentes y referentes de la educación explicaron su postura en contra del nuevo Marco Curricular Nacional que propone el gobierno de la educación.

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Caras y Caretas Diario

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En el mes de abril el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) aprobó por tres a dos el documento preliminar del Marco Curricular Nacional (MCN) que orienta la transformación educativa que regirá para toda la educación obligatoria del país. Los tres consejeros políticos votaron a favor y los dos representantes de los docentes en contra.

Se trata de un texto de 58 páginas que realiza un breve diagnóstico de la situación educativa actual, marca desafíos, redacta los propósitos de la transformación curricular y los aprendizajes que se esperan de los y las estudiantes que egresen del sistema. De acuerdo al documento, el proceso de transformación curricular integral que inició la ANEP “responde a la necesidad de mejorar los aprendizajes de nuestros estudiantes y disminuir las diferencias que aún persisten en el sistema en relación a éstos, profundizar la adecuación al siglo XXI y acentuar el foco en el estudiante como actor central del sistema educativo, lo cual fuera establecido en el Plan de Desarrollo Educativo 2020-2024”.

A modo de diagnóstico, hacen referencia a los porcentajes de asistencia y egreso del sistema educativo, afirmando que “la propuesta curricular vigente es un factor de expulsión de miles de estudiantes en la Educación”. Aseguran que las cifras actuales, “hablan de un sistema que no está resultando acogedor ni está acompañando el trayecto educativo de sus estudiantes” y que “no logra desarrollar los saberes esperados para seguir aprendiendo, para la vida y para el trabajo”.

Con respecto a la nueva propuesta curricular, explican que estará centrada en las y los estudiantes, lo que “implica que los sistemas educativos deben focalizarse en el desarrollo personal integral de cada uno de los estudiantes colaborando en que logren la mejor versión de sí mismos y a la vez, un puente entre el desarrollo cultural de la humanidad y de las nuevas generaciones”. Añaden que este enfoque “supone aunar el interés superior en la persona de cada estudiante, sus necesidades y posibilidades, y a la vez centrarse en el proceso de aprender, comprendiéndolo, entendiendo cómo se produce y cuáles prácticas de enseñanza logran promoverlo en altos niveles”.

El Marco Curricular Nacional propone un modelo basado en el desarrollo de competencias que, según explican, son entendidas como “un actuar frente a situaciones complejas, integrando variedad de recursos, en una relación profunda entre el saber, el hacer y enfatizando la apropiación del sujeto mediante la reflexión”.

Este modelo establece diez competencias generales organizadas en dos dominios: pensamiento y comunicación, y relacionamiento y acción. El primer dominio hace referencia a competencias en pensamiento creativo, crítico, científico y computacional, mientras que el segundo dominio incluye competencias intrapersonales, relacionamiento con otros, iniciativa y orientación a la acción y ciudadanía local, global y digital.

Mal diagnóstico

Los debates sobre este documento que se realizaron enlas asambleas técnico docentes (ATD) evidenciaron que un gran número de docentes rechazan la reforma educativa que propone la ANEP. El secretario general de la Federación Nacional de Profesores (Fenapes), Emiliano Mandacen, le dijo a Caras y Caretas que “existe una postura muy crítica por parte del gremio docente y que es necesario problematizar lo que se denomina reforma educativa”. El dirigente aseguró “Estamos de acuerdo en debatir si el sistema educativo uruguayo merece modificaciones que mejoren su funcionamiento y universalización, , pero esta “reforma educativa” implica la instalación de un modelo conservador que restringe el acceso al conocimiento de las grandes mayorías. Es un retroceso”.

Aseguró que la transformación educativa que se pretende aplicar se basa en diagnóstico erróneo, por lo cual tiene un problema “de raíz”. “El documento afirma que el sistema educativo uruguayo expulsa a los jóvenes, pero no se fundamenta. Esto es muy grave porque implica desconocer la desigualdad de base material que tenemos en nuestra sociedad y que la pobreza impacta mayormente en niños, niñas y adolescentes”.

A su vez, Sergio Sommaruga, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), le dijo a este medio que el diagnóstico realiza una afirmación “agresiva y sin evidencias científicas probatorias”. “El diagnóstico tiene una miopía sociológica que es muy irresponsable. Anula el sesgo de clase en el análisis del abandono del sistema educativo, lo que es de una incompletitud peligrosa porque nos hace sacar conclusiones sobre premisas falsas. De cada diez personas que abandonan el sistema educativo, ocho provienen de los hogares más pobres, entonces decir que abandonan solo por lo curricular es una irresponsabilidad política”.

Los docentes también cuestionaron que en el documento se le endosa al sistema educativo la responsabilidad del desempleo juvenil. Para Sommaruga se trata de una afirmación “muy grave” porque implica “un desplazamiento de responsabilidades” cuando el problema tiene que ver con la política de empleo y la política económica. “Que el problema del empelo tienen conexión con la educación es verdad, pero decir que no los jóvenes no tienen trabajo porque no salen preparados del sistema educativo carece de fundamentos empíricos. ¿Cuál es la propuesta laboral para cientos de miles de jóvenes que ofrece hoy la política económica y para la que el sistema educativo no está a la altura? Uber, Pedido Ya…”.

Además, el documento plantea el problema del desempleo juvenil a partir de los 14 años. “Esta es otra afirmación grave viniendo de autoridades de la educación, ya que parte de una edad donde en nuestro país el trabajo es ilegal. A esa edad, los jóvenes tienen que estar en el sistema educativo no trabajando”, señaló el dirigente.

Sin docentes

Otro de los motivos que cuestiona el gremio docente es que el contenido del Marco Curricular Nacional se realizó de forma inconsulta, sin la participación de quienes llevan adelante la tarea de educar, de quienes pasan más cantidad de horas con los y las estudiantes. Sobre este punto, Mandacen manifestó que “el capítulo más vergonzoso fue la semana pasada, cuando con problemas de forma y contenido, se convocó a las ATD nacionales y estas plantearon un rechazo masivo al documento”.

En tanto, Sommaruga aseguró que las ATD, que son una voz calificada de toda la comunidad educativa, tienen “un pronunciamiento contundente”. “Hay un malestar general entre docentes por el soslayamiento, por ser objeto y no sujeto del debate. Esto es un error de premisa elemental: que se pretenda hacer transformaciones en el sistema educativa no solo sin la comunidad educativa, sino a pesar de nuestra opinión. Esto es un mal augurio, cuando los cambios en educación no parten de la raíz su desarrollo puede ser traumático, porque en la tarea de educar nadie actúa bien bajo presión. Educar requiere de construcción y compromiso, no se trata solo de actos administrativos”.

En la misma línea, Gabriela Verde, maestra de la filial montevideana de la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu), señaló que el gremio docente tomó contacto con el documento recién el pasado viernes, con menos de una semana de plazo para realizar consideraciones. “El reglamento indica que el camino es otro. La ATD nacional debió participar de la redacción de ese documento y eso no pasó. Por tal motivo, estamos trabajando en desventaja con respecto a conocer el contenido y poder hacer un trabajo acorde, ya que se trata de una reforma con paradigmas absolutamente distintos a los que venimos trabajando”. Si bien el pronunciamiento de las ATD por escuela se conocerá este viernes, entendemos que no se considera al magisterio como profesionales de la educación, sino como meros aplicadores. ¿Dónde está la voz de los docentes?”, cuestionó.

“La reforma se está haciendo a espaldas de docentes y también de la ciudadanía. Hay una pregunta que debemos hacernos, sobre todo quienes tienen hijos para entrar a la escuela o que están transitando en cualquier nivel de su escolaridad: ¿sabemos qué va a aprender cada niña o niño en la escuela, en educación media o en bachillerato?, ¿cuáles van a ser los contenidos? Nadie sabe. Actualmente, todos conocemos los temas que se estudian en cada año. Hoy esa información no está y es un derecho no solo de los docentes, sino de la ciudadanía”, añadió Verde.

Sin contenido

Los referentes en educación coincidieron en que la propuesta de educar en competencias representa un retroceso para el sistema de enseñanza. Para Mandacen, “la lógica de las competencias trabaja en diluir los contenidos”. “Nadie va a negar que las personas, durante su vida académica, tienen que adquirir competencias, y muchas más que las que propone el documento del marco curricular. El problema es que esta planificación busca subsumir todo a las competencias, dejando los contenidos de lado”. El docente explicó que la nueva propuesta trabaja sobre la solución de problemas predeterminados en escenarios estandarizados, pero que no implica el trabajo con estudiantes para que puedan modificar o construir escenarios propios. “Ahí está el problema central: el acceso democrático al conocimiento permite no solo trabajar sobre cuestiones predeterminadas que van a tener una solución o dos, sino que posibilitan construir e interpelar”.

Asimismo, Verde opinó que el trabajo por competencias “nos hace caer en un vacío peligroso si no sabemos qué competencias para qué contenidos”. “En el programa actual se trabajan ciertas competencias. Por ejemplo, tenemos pensamiento computacional, que el documento de la reforma se expresa como competencia a alcanzar. El tema es que si al pensamiento computacional no le ponemos contenido lógico matemático queda en una situación utilitaria y práctica, sin un contenido que haga que el individuo, a partir de eso, pueda alcanzar otros conocimientos. Es necesario que se dialogue con el programa y que niños y niñas aprendan conceptos para luego trabajar determinadas competencias”.

Por su parte, Sommaruga agregó la transformación educativa elimina lo que se conoce fines propedéuticos del sistema educativo para subsumirlos en fines instrumentales. “Esta es una discusión muy seria porque ese cambio no solo tiene que ver con pasar al modelo de competencias, sino que implica dejar el fin superior del proceso educativo— que es formar sujetos críticos, autónomos, con capacidad de creatividad, autocorrección y conocimiento cultural —como un mero ornamento”. A su entender, “el fin educativo es la emancipación cultural, formar sujetos en condiciones de ejercer sus derechos y desarrollar sus talentos y aptitudes, algo que queda desplazado por un fin instrumental: que los jóvenes que egresen del sistema educativo tengan las condiciones para insertarse laboralmente”. El dirigente enfatizó en la relevancia de este aspecto en el entendido que revela lo que se espera de la reporducción de la sociedad. “¿Estamos pensando en la formación de las nuevas generaciones, en brindarles herramientas y condiciones para el ejercicio pleno de derechos y libertades, o en prepararlos para las necesidades del mercado laboral?”.

Para el dirigente, otro problema del cambio de paradigma que plantea la transformación educativa es que “no hay visualización de la pista de aterrizaje”. “No existe información sobre cómo se va a configurar ese cambio en el terreno concreto del acontecer educativo este cambio, qué va a pasar con los planes, los programas, o con el reglamento de evaluación y pasaje de grado. Estos son temas técnicos que tienen que ver con el desarrollo concreto de los procesos de aprendizaje. Ahí hay un punto ciego que no permite evaluar seriamente la propuesta de política educativa que hace el gobierno”.

Más problemas

La reforma que propone el gobierno está vinculada a esquemas internacionales crediticios y formas internacionales de estandarizar la educación para someterla pura y exclusivamente al mercado laboral, aseguró Mandacen. “Esto se sintetiza en documento del Banco Mundial de 2021 que plantea que el gran problema de Uruguay son las disciplinas y que lo que hay que hacer es trabajar competencias laborales comercializables. El agravante es que este Codicen de la ANEP firmó un acuerdo de préstamo con el Banco Mundial, y creemos que debe haber firmado algún otro con algún organismo de crédito. Nosotros pedimos la traducción de ese documento para estudiarlo y aún no tuvimos devolución del petitorio”.

Para Sommaruga, otro vació en el texto del Marco Curricular Nacional es que prácticamente no hace referencia a la libertad de catedra, un elemento estructurante del oficio de enseñar. “Un proyecto de cambio educativo donde la libertad de catedra, que tiene que ver con las prácticas de la profesionalidad docente en el aula, no esté presente habla de una deficiencia técnica y conceptual de primer orden, lo hace un documento carente de uno de los pilares de los procesos de enseñanza y aprendizaje”.

Para finalizar, el dirigente cuestionó que el tema del presupuesto “se menciona con poca significatividad” en el documento. “No hay posibilidades de responder adecuadamente a las demandas de la transformación educativa cuando la ANEP viene sufriendo recortes presupuestales estimados en más de 80 millones de dólares. Esto implica afectaciones contundentes con asegurar el derecho de educación de niñas, niños y adolescentes en todo el territorio nacional”.

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