Este viernes, el juez Alejandro Recarey dispuso una medida cautelar para la protección del ambiente tras la demanda presentada por la Comisión de Fomento de Punta Colorada y Nativos Punta Colorada por la construcción del segundo tramo de la rambla costanera del balneario, que lleva adelante la Intendencia de Maldonado (IDM).
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A pedido de las organizaciones, un grupo de docentes del Centro Universitario Regional del Este, de la Facultad de Ciencias y del Centro Interdisciplinario para el Manejo Costero Integrado, conformado por Ana Lía Ciganda, José Luis Sciandro y Natalia Verrastro, elaboró un informe que fue presentado a la Justicia. El juez Recarey tomó en cuenta este informe y ordenó la suspensión de las obras, la remodelación de la rambla de Punta Colorada en Maldonado y el retiro de arena y flora exótica por parte de la IDM.
El abogado Juan Ceretta ofició como parte actora en la audiencia judicial y manifestó que los estudios solicitados sobre impacto medioambiental “nunca se hicieron” por parte del Ministerio de Ambiente (MA) y de la IDM.
Varios testigos declararon ante la Justicia en defensa del cordón dunar y respaldaron el informe de los especialistas, entre ellos, el docente y biólogo Omar Defeo y el investigador del Área de Geociencias de Pedeciba, docente grado 5 de la Facultad de Ciencias y director del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales, Daniel Panario.
Defeo resaltó la vulnerabilidad que presentan los ecosistemas costeros y la cadena dunar y explicó el “grave peligro” que significa introducir especies “exóticas” en las playas. Además, señaló que al “cortar” la duna, el agua “sigue de largo y se lleva todo, hasta construcciones que pueden estar mal hechas”. El docente lamentó la intervención en este sistema natural y explicó que en el mundo se recomienda “no tocar los sistemas vulnerables como las dunas y conservarlos”.
“Lo que se está construyendo es una ruta al borde del mar. Esto interfiere y obstruye el movimiento natural de la arena, además, afecta a la fauna y flora de la zona, genera desapariciones de especies y la exclusión de especies nativas”, declaró.
Panario, quien estudia las costas uruguayas desde los años 80, informó que se están reduciendo las líneas de las costas en 50 centímetros hasta un metro por año. “Si la costa cuenta con un sistema de cadena dunar, se podría defender”, indicó, y advirtió que el sistema va “a claudicar” si no se detienen las obras, ya que por debajo de la arena hay tosca. “Las playas quedarían sin arena”, planteó, y reiteró que se debe hacer un estudio del impacto medioambiental. “Los gobiernos municipales están desesperados por conseguir licitaciones”, disparó.
La suspensión de la construcción y el pedido de una evaluación de impacto ambiental es un reclamo que han reiterado los vecinos de Punta Colorada, quienes llegaron a movilizarse cortando la ruta y ofrecieron un proyecto alternativo de “paseo costero marítimo”. Sin embargo, el intendente Enrique Antía, no aceptó la propuesta y decidió continuar con las obras.