La Mag. Carolina Abuchalja, Directora de Facultades de la UDE compartió con Caras y Caretas sus reflexiones sobre la necesidad de que los adultos estén dispuestos a ponerse en el lugar de los jóvenes .
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"La contención emocional en niños y adolescentes es un tema de vital importancia en el ámbito de la crianza y la educación. En nuestra sociedad actual, en la que constantemente los jóvenes se enfrentan a diversas presiones y desafíos emocionales, es fundamental proporcionarles un entorno seguro y afectuoso donde puedan expresar sus emociones y sentirse respaldados.
La contención emocional implica reconocer, validar y acompañar los sentimientos de los niños y adolescentes. Es fundamental que se sientan escuchados y comprendidos cuando están pasando por momentos difíciles o experimentando emociones intensas, ya sea tristeza, ira, miedo o frustración. Brindarles espacio y tiempo para expresarse libremente sin juicios es crucial para su bienestar emocional.
En este sentido, es esencial que los adultos estén dispuestos a ponerse en el lugar de los jóvenes, mostrando empatía y mostrando interés genuino por sus preocupaciones, sueños y desafíos. La comunicación abierta y sincera juega un papel fundamental en la contención emocional, permitiendo a los niños y adolescentes hablar de sus emociones sin restricciones y encontrar apoyo y orientación en los adultos de confianza.
Además de la escucha activa, los adultos también tienen un papel importante en enseñar a los jóvenes habilidades de regulación emocional. Esto implica ayudarles a identificar y nombrar sus emociones, y enseñarles estrategias saludables para manejarlas. Puede ser útil enseñarles técnicas de respiración, prácticas de relajación, actividades creativas o deportivas que les permitan canalizar y liberar las emociones de manera constructiva.
Es importante destacar que la contención emocional no se limita solo a momentos de crisis o dificultad. También es esencial brindar afecto y apoyo emocional en momentos cotidianos, celebrando los logros y mostrando interés por sus actividades y experiencias. Hacerlos sentir amados y aceptados incondicionalmente les proporciona una sólida base emocional para enfrentar los desafíos que puedan encontrar en su camino.
La contención emocional también implica establecer límites claros y coherentes. Los niños y adolescentes necesitan saber qué pueden y qué no pueden hacer, lo que les da un marco de seguridad y les ayuda a comprender que existen límites saludables para la expresión de sus emociones. Establecer reglas, normas y rutinas proporciona una estructura que favorece su sentido de seguridad y autorregulación emocional.
En conclusión, la contención emocional en niños y adolescentes es un proceso esencial para su desarrollo y bienestar emocional. Proporcionarles un entorno seguro, ser receptivos a sus emociones, enseñarles habilidades de regulación emocional y establecer límites claros son aspectos fundamentales en la tarea de criar y educar a los jóvenes. Al brindarles contención emocional, estamos sembrando las semillas para que crezcan como adultos emocionalmente sanos, capaces de enfrentar los desafíos de la vida con equilibrio y resiliencia".