La carne bovina lideró el crecimiento del consumo, con un aumento del 2,6%, explicado en gran medida por un salto del 16% en las importaciones, mientras que la oferta de origen nacional cayó 2,1%. Este fenómeno responde a la fuerte valorización de la carne uruguaya en los mercados internacionales, que volvió más atractiva la exportación frente al abastecimiento del mercado interno.
Exportaciones
En 2025, las exportaciones de carne bovina serían 11% superiores a las de 2024, con el precio promedio más alto de los últimos diez años, cercano a los 5.000 dólares por tonelada. En ese escenario, INAC estima que las exportaciones cárnicas generarán ingresos próximos a los 3.328 millones de dólares, sostenidos por una faena bovina proyectada en 2.415.000 cabezas, un 7% más que el año anterior y el tercer mayor registro de los últimos 25 años.
La carne aviar se consolidó como la segunda proteína más consumida, respaldada por una faena histórica que alcanzaría las 35 millones de aves, el mayor volumen desde que existen registros. Por su parte, el consumo de carne porcina también mostró un avance, con un crecimiento del 1,1% en los volúmenes comercializados, impulsado tanto por la producción local como por las importaciones. En contraste, la carne ovina profundizó su retroceso, con una caída del 36,6% en el consumo y una faena que volvería a descender en 2025 hasta unas 875 mil cabezas.